Arranca este asunto de una denuncia que en abril del 2012 presentó en la Guardia Civil de Ourense la madre de una de las menores. De las seis niñas que supuestamente sufrieron la agresión sexual por parte del acusado, únicamente la madre que denunció ha mantenido interés directo en la causa. Las demás se han mantenido al margen y renunciado expresamente a la indemnización que le pudiera corresponder. Este apartado del escrito de acusación del fiscal queda, de hecho, reducido a una petición de 500 euros por daños morales a una de ellas. En la petición de condena, aparte de las penas de prisión, cinco años y un día por cada una de las menores, solicita que se prohíba al acusado acercarse a las seis niñas, a sus domicilios y al colegio a una distancia inferior a trescientos metros durante un período de siete años.