La defensa del acusado aporta un trabajo de reconstrucción realizado por un detective privado que desarrolla su actividad en Ourense. En el lugar donde supuestamente se produjeron los hechos, siguiendo las declaraciones de la menor, con un saco tipo de rafia y un maniquí se reprodujo el supuesto traslado de la víctima en el interior de un envoltorio, arrastrado sobre una zona de suelo irregular, de piedras y cemento. La actuación, según las conclusiones a las que llega el autor de la investigación, es que se producirían erosiones y desgarros de una magnitud considerable, con una importante abrasión, laceraciones y marcas que perdurarían en el tiempo y con secuelas cutáneas de gravedad. Trata la defensa de probar una supuesta fabulación por parte de la joven.