Los náufragos de la tormenta son ahora capitanes

f. U. ourense / la voz

FIRMAS

23 ago 2014 . Actualizado a las 06:00 h.

Una de las cuestiones que mejor dibuja los cambios en el perfil del tejido industrial ourensano en los últimos tiempos es la clasificación por número de asalariados.

Dejando al margen las grandes compañías que superan los 500 empleados, de las que la provincia siempre ha tenido muy dignos pero contados ejemplos, la repercusión de la crisis queda patente en el nutrido grupo de las medianas. Son las que han resultado más perjudicadas por ese temporal económico que ha tenido en el cierre del grifo bancario y en el descenso de la demanda en el consumo los dos principales jinetes de su particular apocalipsis. En solo seis años han desaparecido en la provincia ourensana 110 proyectos enmarcados en esa clasificación.

Pero las iniciativas de tamaño mediano no son las únicas que cuentan con bajas importantes en sus filas. Desde el 2008, año que comenzó con los mejores datos de la historia ourensana en cuanto a actividad empresarial, también se han perdido 83 firmas que tenían en nómina de 20 a 49 trabajadores y otras 202 en el capítulo de las que pagaban a entre 10 y 19 operarios. La comparativa es igualmente negativa en esos segmentos si se toma como referencia el 2004, pero hay dos epígrafes que muestran una tendencia contraria. Crecen las iniciativas con uno o dos empleados -en la actualidad hay 701 más que hace una década-; y las que no tienen ningún asalariado, que son 400 más.

Esta tendencia a la microempresa y al autoempleo suma a día de hoy 19.240 proyectos empresariales en la provincia. Son el 84 % del total de firmas radicadas en Ourense. Sus promotores no surgen de inversiones de capital extranjero, ni representan un crecimiento poblacional o un cambio masivo de mentalidad. Es fruto de la necesidad. Son los antaño asalariados hoy reconvertidos en empresarios.