La Diputación de Lugo dice estar con las manos atadas en lo que se refiere a los cortes de carretera previstos en la corona de la presa de Os Peares que provocaron la revuelta vecinal. Según explican, el uso de ese vial por parte de Gas Natural Fenosa para las obras de mantenimiento de la infraestructura hidráulica está regulado por un convenio entre la empresa y la institución provincial «que data da época do anterior goberno provincial». En virtud de ese pacto, es la compañía eléctrica la que debe informar públicamente de los cortes de la carretera. Además, según precisan desde Lugo, Gas Natural no necesita de permiso alguno y simplemente debe comunicar con antelación que va a impedir el tráfico en el vial.
«Se a Deputación tratase de impedir ditas obras, negándose ó corte da estrada, estaría incumprindo a legalidade (insistimos en que en virtude do convenio a empresa só ten que comunicar, non pedir autorización), arriscándose ó pagamento de indemnizacións millonarias á empresa e, finalmente e máis importante, poñendo en risco a seguridade dos veciños ante o perigo que suporía a falla de mantemento na presa do embalse», dice la institución presidida por el socialista José Ramón Gómez Besteiro en un comunicado enviado ayer a La Voz de Galicia.
Cortes periódicos
Tras las protestas protagonizadas por los vecinos -que se plantaron en la corona del embalse e impidieron el inicio de las obras previsto para el miércoles a las 8.00 horas-, técnicos de la Diputación de Lugo y de Gas Natural Fenosa se desplazaron a Os Peares y consiguieron llegar a un acuerdo con los afectados. En lugar de tener completamente cerrado el principal acceso al pueblo hasta el próximo día 18 de septiembre, como inicialmente se había anunciado, los residentes en este núcleo de población podrán utilizar ese vial durante la mayor parte del día y los trabajos de mantenimiento de la presa se concentrarán de noche.
Respecto a este asunto, la institución provincial de Lugo defendió la respuesta ofrecida: «A intención da Deputación foi, en primeiro lugar, mediar entre veciños e empresa, coa intención de que os prexuízos para ambas partes foran os mínimos posibles, o que así fixeron os técnicos desprazados ata o lugar; e, en segundo, axustarse á legalidade cumprindo estritamente o convenio asinado».