Clinton Sumner demostró, una vez más, que está hecho de otra pasta. Ayer sobre las ocho de la tarde llegaba a la localidad alicantina de Arenales del Sol tras 79 horas pedaleando encima de su bicicleta y contándolo a la humanidad con un «Sin palabras» en Instagram. Un recorrido de más de 1.197 kilómetros desde Verín, -100 más de los previstos inicialmente- en los que este ciclista sudafricano no descansó ni contó con ningún tipo de asistencia. Y todo ello con el objeto de realizar la iniciativa solidaria 1.000 Km Non Stop por Valeria, destinada a difundir la campaña puesta en marcha para ayudar a Valeria de Dios, una menor verinense de cuatro años que sufre un retraso generalizado del desarrollo debido a una ataxia cerebelosa no filiada. La campaña busca recaudar fondos para una costosa terapia, una campaña a la que Sumner dio en tres días visibilidad a toda España.
Acompañado solo de su bicicleta y una mochila con el avituallamiento para el recorrido, Sumner arrancó el pasado domingo. Pasó por Salamanca, Plasencia o Jumilla, entre otras muchas localidades, hasta llegar en la tarde de ayer a su destino final y cumplir su reto solidario.
La iniciativa fue promovida desde la empresa verinense Cyclo Wood (fabricantes de bicicletas de madera con las que corre el ciclista sudafricano) y la Peña Deportivista de Verín Pablo Amo. Era el quinto desafío para Sumner, que ya realizó otros como el recorrido entre Alicante y Lisboa.
Se trataba de una más de las iniciativas solidarias que se están promoviendo en Verín para ayudar a esta menor, como la puesta en marcha en el establecimiento Antollos, donde se pueden adquirir pulseras creadas para ella por la firma Ibiza Passion. El precio es de 10 euros y los beneficios obtenidos por su venta serán donados íntegramente para el tratamiento de Valeria.