Otra noche terrorífica en Chaioso

OURENSE

El pueblo más divertido de Galicia demostró su habilidad para dar miedo

03 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

De película de terror. Por eso te recibe nada más llegar Jack el Destripador, el mejor guía para media hora de tenso recorrido por las calles de un tenebroso Chaioso (Maceda). El pueblo más divertido de Galicia, según la televisión, lo que quiere es dar miedo. Y lo consigue. Un pueblo fantasma de poco más de un centenar de personas se transforma durante la noche para recibir en un túnel tétrico a los visitantes. Escenas de los grandes títulos de la cinematografía de terror acompañadas por sonidos inquietantes reciben al visitante. Incluso una tenue lluvia, no prevista en el programa, ayuda a caldear el ambiente.

El top ten de los asesinos en serie guía la marcha. Pero no es lo peor que le puede pasar al visitante. Hay también calles oscuras, plazas con extraños seres y caminos entre zarzas, todo ello aderezado con hombres con sierras mecánicas, monjas con problemas de piel, niñas pálidas hiperventilando, cirujanos intentando amputar una pierna sin anestesia, lobos aullando que nunca se ven y la niña de El exorcista, que recibe a los presentes con una amplia sonrisa y termina levitando. Y estos son solo algunos de los personajes que conforman el elenco.

Del otro lado, familias enteras que entran con una media sonrisa que va desapareciendo sobre la marcha, y los típicos valientes que acuden a la cita para demostrar a sus amigos que eso del terror es cosa de niños. Hubo de todo un poco. Incluso en la procedencia. «Este año vino mucha gente desde otros puntos de Galicia: Bueu, A Guarda, Sanxenxo, Ribadavia... Como salimos en televisión... Aunque el primer día hubo menos gente por culpa de la lluvia», matizan los organizadores.

Pero los verdaderos protagonistas son los vecinos más divertidos de Galicia. Desde niños de 12 años hasta abuelos de 82 dan vida a un espectáculo que nació de la necesidad de conseguir fondos para las fiestas patronales. «El primer año lo montamos de broma, solo en el castillo, y ya vinieron 700 personas. Todos hacemos algo; desde vender entradas hasta recibir a los visitantes», explica José Manuel Garrido, uno de los catorce destripadores de la cita. El miedo funcionó un año más y por eso en Chaioso presumen de ser los que mejor asustan, pese a ser conocidos ahora por su alegría.

Ocho horas antes de que dé comienzo el espectáculo se inician los preparativos. «La maquilladora tarda 40 minutos con cada uno», explican. Y el resultado es muy profesional. En Chaioso residen habitualmente 25 personas, por eso en una noche oscura de invierno un paseo por sus calles puede ser toda una experiencia, incluso aunque no se oculte Jack el Destripador.