Desde la oposición concuerdan en el análisis de la situación y en la necesidad de que el Concello de Ourense, a pesar de la dificultad obvia de que una la institución pública no puede intervenir directamente en una instalación privada, busque alternativas para frenar el deterioro que, a la larga, ven como un problema grave.
«É nesaria esa labor de adecentamento pero a solución pasa por un proyecto máis ambicioso», señala Xosé Somoza, del BNG. Los nacionalistas apuntan a la especialización temática, sugieren crear una marca propia para las galerías que permita promociones conjuntas, apoyo en la gestión de licencias o medidas fiscales que animen a los propietarios a alquilar en lugar de tener locales vacíos. El BNG, que en la primera etapa del bipartito había elaborado un estudio de la situación, incorporó también un plan para las galerías en su último programa electoral.
También el PP diseñó un proyecto piloto, en concreto para las de O Couto, en el que proponía fomentar otras actividades como oficinas para oenegés o entidades sociales, o la concentración de locales «para que pudieran abrir negocios distintos al comercio, como por ejemplo un gimnasio, que necesita un cierto espacio», recuerda Aurelio Gómez Villar, que sigue apostando por este tipo de soluciones aunque recuerda que la principal tarea del concello debe ser concienciar a los propietarios para que sean ellos los que lideren el cambio.