Secadores para salvar expedientes

Marta Vázquez Fernández
M. VÁZQUEZ OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

Funcionarios del juzgado penal tratan de recuperar causas tras la inundación

05 jul 2014 . Actualizado a las 07:20 h.

Olor a humedad, paredes desconchadas, suelos levantados y decenas de expedientes afectados. Son los efectos de la inundación que el pasado jueves se produjo en las instalaciones del Pazo de Xustiza de la capital ourensana y que ayer aún eran perfectamente visibles en el edificio, especialmente en la cuarta planta -en uno de cuyos baños comenzó la avería- y en la tercera.

En esta última, sede de los dos juzgados penales, la normalidad no volverá hasta dentro de algunos días porque ayer ni la magistrada ni la secretaria del Juzgado de lo Penal número 2 pudieron usar sus despachos, que han sufrido importantes daños por el efecto del agua. La jueza utilizó otra oficina para poder trabajar mientras que la secretaria hizo lo propio en la sala de vistas, que ayer además se uso como «secadero» de las decenas de expedientes que dañó el agua. Pese a lo ocurrido, se intenta que el día a día de la sede no sufra retrasos y, de hecho, el día de la inundación se celebraron todas las vistas que habían sido señaladas, con la intención de no causar perjuicio alguno a los ciudadanos.

Utilizando como secadores los «pingüinos» (aparatos portátiles de aire acondicionado) de las distintas sedes del edificio, el personal colocó las causas más perjudicadas en el suelo y sobre los bancos para intentar recuperarlos y evitar en la medida de lo posible que se pierdan documentos importantes. Las ventanas también permanecieron abiertas para contribuir a la necesaria ventilación.

Se trata de expedientes que estaban guardados en los dos despachos y en el archivo y que fueron «rescatados» por el personal del juzgado a primera hora de la mañana, cuando los primeros funcionarios llegaron a su trabajo y se encontraron con la inundación. Todos se pusieron manos a la obra para intentar trasladar las causas a lugares seguros, hasta que el incesante goteo de agua procedente de un inodoro se pudiese cortar. Ahora se espera poder restaurar la mayoría.

Suelos levantados

Los daños del agua también eran perceptibles, aunque en menor medida, en la cuarta planta, donde el agua reventó los suelos de un juzgado social, la sala de abogados y la oficina de la Policía Judicial. Los funcionarios decidieron colocar carteles para evitar que los usuarios sufriesen algún tropiezo.