40.000 euros en periódicos y café

P. SEOANE OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

La jueza muestra su «estupor» por la explicación de una testigo sobre los gastos de un anciano durante los cuatro años que convivió con él

22 abr 2014 . Actualizado a las 07:15 h.

Que en cuatro años hubieran desaparecido los ahorros de un anciano, porque durante ese tiempo «se lo gastó todo, comprando el periódico, tomando cafés...», según el testimonio de la mujer con quien este hombre convivió durante ese tiempo, solo es uno de los aspectos de un caso de estafa que causa «estupor» a la jueza. El acusado era un sacerdote, Francisco Lovelle Álvarez, de 87 años, cura párroco de Sagra, para quien el fiscal pedía dos años de cárcel. La sentencia no solo exculpa al sacerdote, sino que llega a la conclusión de que «el acusado ha procurado obtener para el denunciante su bienestar en todas las facetas de la vida: económica, familiar, de salud».

La titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ourense, Susana Pazos, no ha encontrado «razón alguna» que justifique la acción que se atribuye al sacerdote, esto es, la falsificación de la firma de la persona que había estado trabajando para él durante cuarenta años, solicitando la baja voluntaria en un segundo de defunción. «No se concibe qué beneficio podría obtener (el sacerdote) con la realización de una conducta de ese tipo, que además ni siquiera perjudicaría de modo directo al denunciante (el exempleado); a lo sumo a sus herederos para cuando se produjera el fallecimiento».

Recoge la sentencia una aclaración del denunciante de la falsificación de la firma, que no es otro que el exempleado del sacerdote. Hizo la imputación contra el acusado, según declaró en juicio, «por indicación de» Norma I.A., la mujer con la que se fue a vivir cuando dejó el asilo. Cree la jueza, que es ahí «donde parece estar la clave de todo este sórdido asunto». Es decir, aclara, «toda la problemática surge cuando cuando esta persona entabla amistad con el denunciante, consigue llevárselo del asilo para su casa donde ?supuestamente? le la va prestar el calor y cuidados de una familia, y sin embargo el resultado final para el denunciante es que todo el ahorro que ha generado durante todos los años que estuvo bajo la ?tutela? del acusado, da manera misteriosa ha desaparecido en apenas cuatro años».

De hecho, al haberse quedado sin dinero tuvo el denunciante que volver al asilo gracias a la mediación del acusado, quien, además, asume las cuotas del seguro de decesos. Más aún, de acuerdo con la declaración de la empleada de la funeraria donde estaba contratado el seguro, el acusado indicaría que bajo ningún concepto dieran de baja el segundo cuando comunicó al cura la recepción del documento para anularlo. «No se comprende qué sentido tendría imitar la firma del denunciante para dar de baja el segundo y después pedir que de ninguna de las maneras anulen ese seguro», dice la sentencia.

crónica absuelto el cura de sagra acusado de falsificar una firma