Las aguas termales ourensanas tratan problemas de piel y reuma

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

RIBADAVIA

La provincia cuenta con siete balnearios y numerosos recintos con surgencias naturales

17 abr 2014 . Actualizado a las 07:25 h.

El termalismo es uno de los principales reclamos turísticos de la provincia de Ourense, pero también es un recurso de salud para pacientes que presentan distintas patologías. El uso de las aguas mineromedicinales de los establecimientos -siete según los datos que maneja la asociación de balnearios de Galicia- supone un complemento a la medicina convencional del que echan mano personas de todas las edades. Y cada día más.

Y es que las aguas con amplia concentración de minerales que brotan de los manantiales sobre los que se han edificado los balnearios ourensanos están especialmente recomendadas para personas que presenten problemas reumatológicos o de la piel. Además, en algunos pueden tratarse dolencias propias del aparato digestivo e incluso están indicadas otras en las enfermedades respiratorias, hepáticas o cardiovasculares.

«Los beneficios de la cura balnearia han sido demostrados ampliamente, por lo que ya se considera el agua mineromedicinal como un medicamento natural y las curas termales como complementarias de las terapias farmacológicas y quirúrgicas, además de su importancia en la prevención de enfermedades», asegura Rosa Meijide, catedrática del departamento de Medicina de la UDC. Advierte la experta de la importancia de que «los médicos de familia conozcan las características de los balnearios, con el fin de poder prescribir a sus pacientes las que mejor se adapten a cada tipo de patología».

Existen varios tipos de aguas mineromedicinales en función del contenido de elementos minerales que presentan, y que les otorgan ciertas propiedades con efectos terapéuticos. Son las bicarbonatadas, las cloruradas, las sulfatadas, las sulfuradas, las carbogaseosas, las ferruginosas y las oligometálicas. Todas ellas pueden encontrarse en la provincia, a excepción de las sulfatadas, explican desde la asociación gallega que aglutina al sector.

Además de los establecimiento tradicionales, en los que se ofertan plazas de alojamiento y un amplio catálogo de servicios, la provincia dispone de numerosos puntos termales que funcionan como balnearios de día. Hay varios ejemplos en la capital ourensana, con zonas como A Chavasqueira, Outariz u O Tinteiro, a las que recurren a diario personas con diferentes afecciones o que simplemente buscan huir del estrés. Leiro, Ribadavia o Cortegada son otros ejemplos de esta modalidad.