Tras recordar las quejas que suscitó en su momento su privatización, José Manuel Baltar insistía ayer en que la Diputación no debe atender «competencias impropias» como sería la Escola de Equitación de Vilamarín. Por eso fue la primera «externalización» de la institución provincial, que está resultando ser la más polémica.
Externalización
29 de junio del año 2012. En esa fecha, el pleno aprueba el pliego de cláusulas para el concurso público para seleccionar a la empresa que se encargaría de gestionar el servicio. Lo ganó Equus-Ourense y el contrato se le adjudicó a esa empresa el 16 de noviembre del 2012.
Resolución
16 de enero del año 2014. Tras leer un informe de los funcionarios del servicio de Medio Rural de la Diputación sobre los incumplimientos de Equus-Ourense, en la fecha citada el presidente acuerda iniciar el expediente para la resolución del contrato. La empresa presenta alegaciones, pero no son atendidas y el día 5 de febrero Baltar acuerda retirar a Equus-Ourense la gestión de la escuela y un mes después se la entrega a otra compañía.
Rectificación
10 de abril del año 2014. Ese día el secretario de la Diputación redacta el informe en el que alerta de la «ilegalidad» de la nueva adjudicación. Solo un día después, José Manuel Baltar revoca su decisión inicial.