El alcalde de Ribadavia anima a los vecinos a denunciar a la Xunta por el mal estado de una carretera

OURENSE

28 ene 2014 . Actualizado a las 06:50 h.

El alcalde de Ribadavia, Marcos Blanco, denunció ayer a la Axencia Galega de Infraestructuras de desoír las peticiones del Concello -e incluso del Valedor do Pobo- sobre la necesidad de arreglar la rúa do Carballiño de la localidad por la situación de deterioro en la que se encuentra. Blanco recuerda que desde hace más de dos años se viene solicitando de todas las maneras posibles a la Xunta que reforme el asfaltado de esta calle, una de las entradas a la villa más utilizadas y una zona de crecimiento, en donde cada vez se construyen más viviendas. Ayer mismo, llegaba al Concello un escrito en el que la Axencia Galega de Infraestructuras informaba al alcalde de la existencia de una memoria valorada sobre las reformas necesarias, que estaría pendiente de presupuesto. Marcos Blanco cree que se trata de una tomadura de pelo, ya que después de dos años años ya se podrían haber incluido las obras, aunque fuera en varias anualidades, en los presupuestos de la Xunta.

El regidor explica: «Pido a los vecinos que denuncien para que a la Xunta les caiga la cara de vergüenza. Está lleno de baches que son un peligro, que dan miedo, y en donde es muy fácil que alguien se caiga o que se estropee un coche». Marcos Blanco indica que cualquier vecino que quiera presente su queja en el propio Concello y que desde allí se tramitarán para que lleguen directamente a la Xunta. Explica, además, que una vez que la Xunta realice el arreglo de esta carretera pasará a manos del Concello para su gestión y mantenimiento, pero que hasta que la obra no esté acondicionada en su totalidad no se procederá a la cesión. «Parchearon de cualquier manera y la carretera está llena de baches», explica.

«Llevamos dos años esperando, con escritos, y con el Valedor do Pobo apoyándonos, y no se ha hecho nada»

Marcos Blanco