Un pellizco de conciencia

M. Rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Una neurocirujana llevó a juicio a un paciente que le dio un manotazo cuando estaba en estado precomatoso

30 ene 2013 . Actualizado a las 07:20 h.

¿Pudo una persona en estado precomatoso lesionar voluntariamente a la médica que lo atendía? Esa cuestión llegó a los juzgados ourensanos por la acusación penal que pesaba sobre Constantino D. V., de 29 años, a raíz de que golpeara a la neurocirujana de guardia que le realizaba una observación médica. Sucedió el 21 de agosto de 2008, pero la causa fue vista ayer en el Juzgado de lo Penal 2 de Ourense.

El acusado, debido a una agresión, quedó ingresado en el servicio de urgencias con un traumatismo craneoencefálico grave a las cinco de la mañana de ese día. Una neurocirujana del Complexo Hospitalario Universitario Ourensán le fue a examinar, se acercó a él y le pellizcó para evaluar su estado de consciencia. La reacción del ingresado fue lanzar una mano a la cara de la doctora, que sufrió una contusión molar que tardó seis días en curar pero no le dejó secuelas.

Al ser la médica personal estatutario, inicialmente la Fiscalía calificó el hecho como delito de atentado, además de una falta de lesiones. En el escrito de acusación, el fiscal ya apreciaba una eximente completa pues el paciente-acusado padecía en aquel momento un traumatismo craneoencefálico que le dejaba «muy afectadas sus capacidades intelectivas y volitivas, aunque no eliminadas».

En el acto del juicio, sin embargo, la Fiscalía retiró la acusación por atentado, que conllevaba una pena de tres meses de prisión. El relato de los hechos también fue modificado por la acusación pública, pues de estar acusado de una agresión más violenta -un puñetazo y una patada en la cara- la reacción constatada fue que le lanzó «la mano a la cara de la doctora». Un experto psiquiatra declaró en el juicio que el estado precomatoso del paciente no era compatible con una agresión voluntaria.

El Ministerio Público mantuvo la acusación por la falta de lesiones, con una petición de pena de una multa de noventa euros.