La mediación intrajudicial, una alternativa en asuntos de familia

Maite Rodríguez Vázquez
MAITE RODRÍGUEZ OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Pablo Araujo

El servicio duplica el número de casos atendidos en su segundo año

31 dic 2012 . Actualizado a las 07:30 h.

Los asuntos de familia que llegan al juzgado cuentan con la posibilidad de resolverse por acuerdo entre las partes a través de una mediación que complementa el proceso judicial. Casos de divorcios o separaciones, liquidaciones de sociedades de gananciales, tutelas y curatelas o guardias y custodias de los hijos son algunas de las materias que se atienden en el Servicio de Mediación Intrajudicial de Ourense, que ha cumplido su segundo año duplicando el número de casos derivados desde el Juzgado de Primera Instancia número 6, que tiene la competencia exclusiva en asuntos de familia.

El programa nació de forma experimental, gracias a un convenio entre las Consellerías de Traballo e Benestar, la de Xustiza, el Ministerio Fiscal, el Colegio de Abogados y el Colexio de Psicoloxía de Galicia, y a lo largo de este año 2012 ha conseguido una tasa de casi un 81% de acuerdos en los casos en los que se aceptó la mediación. La media nacional ronda el 33% de tasa de acuerdo.

El servicio tiene su sede enfrente del Palacio de Justicia, en el antiguo edificio de la Cámara de la Propiedad. Allí, en una pequeña sala de la primera planta trabajan como mediadores una abogada, Cristina Nespereira Mira, y un psicólogo, José Antonio Varela Alonso. Su labor no es el asesoramiento jurídico, que sigue correspondiendo a los abogados de los pleiteantes, ni la terapia familiar, pero sus conocimientos en estas áreas son útiles para ayudar a resolver de forma imparcial los conflictos legales familiares que llegan al juzgado. Según explica Cristina Nespereira, el servicio de mediación solo puede intervenir cuando hay un procedimiento judicial abierto. «Si aquí las partes llegan a un acuerdo, se lo llevan a sus abogados para que estos redacten un convenio regulador que tiene valor entre las partes. El proceso tiene que finalizar con una resolución del juez, que pone fin al procedimiento judicial», explica la mediadora.

El servicio va siendo cada vez más conocido. Comenzó a funcionar en marzo de 2011 y ese año el juzgado les derivó 35 casos. El 40% fueron casos de divorcios contenciosos y un 25%, temas de guardias, custodias y alimentos de parejas de hecho. En los tres primeros trimestres de 2012, la cifra de casos atendidos en este servicio se ha duplicado, con más de setenta asuntos atendidos. José Varela destaca que este aumento en el número de derivaciones se debe «en gran parte a la implicación de la jueza, secretaria y funcionarios del Juzgado de Primera Instancia número 6 y de la Fiscalía».

Una vez derivado el caso por el juzgado, las partes han de aceptar libremente la mediación. Es uno de los principios del servicio, la voluntariedad, que se extiende durante todo el proceso. Nadie está obligado a llegar a un acuerdo e incluso si se logra puede ser ratificado o no en el juzgado. En el 72% de los casos atendidos este año, se aceptó la mediación.

José Varela apunta que necesitan una media de tres reuniones para poder llegar a un acuerdo. «Mantenemos reuniones conjuntas con las partes o individualmente, cuando les es difícil estar sentado uno frente a otro. La finalidad de los caucus o reuniones individuales es intentar que se puedan llegar a sentar y hablar juntos».

Los mediadores intentan saber cuáles son los intereses profundos de las partes en conflicto para que consigan un acuerdo que resuelva sus necesidades con el fin de que recuperen la comunicación, algo especialmente necesario en los casos de parejas con hijos. Es algo que no siempre consigue una sentencia judicial y además ayuda a reducir la litigiosidad evitando recursos o incumplimientos.