Las sillas de Notre Dame

Manuel Luis Casalderrey
Manuel-Luis Casalderrey RINCÓN ABIERTO

OPINIÓN

CHRISTOPHE PETIT TESSON

25 abr 2019 . Actualizado a las 10:16 h.

En el incendio de Notre Dame estaba preocupado por las sillas ¡Qué tontería! Pues sí. La primera vez que visité ese magnífico templo quedé fascinado por su estructura, sus rosetones, sus torres, sus vidrieras, sus gárgolas y por el resto de los tesoros y maravillas que alberga Notre Dame. Sin embargo, también me quedé sorprendido porque, en lugar de los clásicos bancos corridos de la mayoría de las iglesias, en Notre Dame había miles de sillitas y reclinatorios con asientos trenzados en paja. Era más íntimo y recogido. Como escribía entonces en La Voz (28-2-1992) me imaginé que habrían contratado a una legión de silleiros de Maside para realizar la magna tarea de dotar de asientos resistentes y frescos, a base de entrelazar hilos de paja, a todas las sillas. Ya saben la canción; O cura de Vigo é sastre, o de Marín mariñeiro, o de Orense afilador e o de Maside silleiro.

 Las fotografías que circulan por la red y las que publican los medios de comunicación enfocan los puntos importantes y significativos del templo. En algunas pueden verse las sillas intactas, a pesar del desplome de la bóveda. De otro modo, su caída provocaría la combustión de la paja y, acto seguido de la madera de su estructura y las sillas se destruirían.

Personas e instituciones se están volcando en donaciones millonarias para reconstruir cuanto antes Notre Dame ¿Habrá algunos euros para borrar las pintadas de la iglesia de Maside?