La cara oculta de la luna y del poder

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

17 ene 2019 . Actualizado a las 19:48 h.

Estos días es posible disfrutar de crónicas lunares propiciadas por la llegada de una nave espacial china a la cara oculta de la luna. Uno de los sueños chinos. Si ustedes siguen las brillantes y atinadas crónicas de Xavier Fonseca quedarán embelesados por la competencia en la carrera espacial, pero también por el asombro que nos provoca que nos cuenten la formación de la luna y alguno de sus misterios. De las últimas crónicas uno se embelesa con esa semilla de algodón que, a pesar del rango de oscilación de las temperaturas y el diferencial gravitatorio, el científico Gengxin logró hacer germinar en la cara oculta de la luna. Un experimento de biosfera reducida donde la patata, totémica para gallegos e irlandeses, aún no germinó. Tampoco la colza temida por su aceite manipulado. Menos placer y más estupefacción les procurará la cara oculta de los poderes económicos. Hoy en primer plano por las andanzas del comisario Villarejo, funcionario público con licencia privada, y uno de sus muchos contratantes ahora conocidos, el hasta hace un instante presidente del BBVA.

 La cara oculta de los poderes económicos estremece cuando se siguen algunas crónicas de su interacción con lo público. Revisitar la relación entre el poder político y el económico, siguiendo a Mariano Guindal en El declive de los dioses o El año que vivimos peligrosamente, permite curarnos de espanto ante el juicio a Rato, no a Aznar, por el proceloso mundo construido en torno a Caja Madrid y Bankia, las cajas de ahorro y los bancos, el de España incluido. Todo ello recogido en El Libro Negro, de Ernesto Ekaizer. Por más que aún nos falte por contar una historia de las privatizaciones y su lado oscuro. Sueños realizados del poder.

En la cara oculta del poder y su control, los análisis del proyecto de Presupuestos. Análisis que lejos del lógico escepticismo por el largo trecho que hay entre el proyecto, lo aprobado y el presupuesto ejecutado, nos ilustra cómo cada quien nos habla de la feria según quiere que le vaya. Si es cierto que quien más sube es Cataluña, a quien Sánchez quiere comprar su permanencia en la Moncloa, nadie analiza si tal incremento porcentual restituye lo escatimado en años pasados, y no solo a Cataluña, o es como se pretende ver una regalía injusta y desigual en busca de poder. Galicia baja. Sánchez, o la cara oculta del socialismo, no quieren a los gallegos. Se acaba el AVE y nada nuevo se construye. Sin embargo, viendo la inversión en euros por mil ciudadanos que viven en cada uno de los 17 territorios, la percepción se altera. Si la propuesta media de inversiones por cada mil habitantes en el conjunto de España está en 261 euros, a Cataluña le asignan 270, y a Galicia 280. Siempre insuficientes para lo que nosotros los gallegos merecemos, o para lo que soñamos. Si conociéramos tales sueños. Juan Cueto nos dejó algunos en Los Cuadernos del Norte.