Maza, de Cangas a Cataluña

José Manuel Pan
José Manuel Pan BAJO CUERDA

OPINIÓN

19 nov 2017 . Actualizado a las 11:39 h.

Madrileño de nacimiento, segoviano de corazón y enamorado de Galicia. Así presentó el fiscal superior, Fernando Suanzes, a José Manuel Maza durante una conferencia en Vigo al poco de ser nombrado fiscal general del Estado. Era la primera de las cuatro visitas que hizo a Galicia en el último año. Estuvo en la inauguración de los nuevos juzgados en la Fábrica de Tabacos de A Coruña y en el pazo de Mariñán para abrir la escuela de verano de los fiscales. No la pudo clausurar porque ese mismo día tomaba declaración al mayor Trapero. El conflicto de Cataluña marcó los últimos meses de vida de este fiscal controvertido. Dirigió con mano firme las querellas contra los dirigentes secesionistas en el momento más delicado para el Gobierno. En algunos ámbitos se considera que Maza fue incluso más allá de lo que hubiera deseado el Ejecutivo de Rajoy. Hizo lo que le dio la gana. Sus colaboradores lo definen como un hombre siempre dispuesto a escuchar y a llegar a acuerdos. Incluso las personas más alejadas de sus posturas profesionales destacan de José Manuel Maza su buen talante y su afabilidad, que le permitían terminar un enfrentamiento dialéctico con la oferta de una comida. Su inesperada muerte deja pendientes varios asuntos profesionales relacionados con Galicia, el primero de ellos el nombramiento de un fiscal anticorrupción. No pudo ser. Cataluña se lo llevó todo. Incluso su amor por Galicia, por la ría de Vigo, que en los setenta observaba un joven Maza desde su despacho de juez en Cangas.