El tren a ninguna parte: Angrois

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

Paco Rodríguez

25 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hacen falta respuestas para tantas preguntas. Hay un nuevo imputado que se suma al maquinista. El accidente fue tan espeluznante y dejó tantas víctimas que necesitan esas respuestas, la sed de la verdad. ¿Por qué esa curva ahí, más allá de la actuación del maquinista? ¿Por qué ese trazado? ¿Por qué el PSOE primero dice no y ahora dice sí a la comisión de investigación en lo que parece una vendetta política? La memoria de los muertos, las secuelas de los heridos, el drama de las familias precisa seriedad: justicia. La Voz ha publicado ayer, a los cuatro años de la tragedia, titulares claros. «La prórroga de la instrucción retrasa el juicio del Alvia al menos hasta el 2019». «Las víctimas llegan a Santiago: ‘Sin nuestra lucha, esto se hubiese tapado’». «El abogado del maquinista: ‘El recurso provocará más imputaciones’». También La Voz, el domingo, abrió el periódico para no silenciar jamás Angrois hasta que sepa la verdad: «El sistema que hará más segura la trágica curva de Angrois sigue sin fecha». «El plazo previsto para la instalación del ERTMS acabó hace seis meses». «Adif asegura que empezará en breve con las pruebas». Por un lado, la parte de las víctimas y su necesidad de aclarar lo ocurrido. Y por otro, la parte increíble de que todo siga casi igual, de que algunas promesas sigan siendo promesas. Que se lo digan a José Manuel Vázquez, que contaba en estas páginas que todavía sueña por las noches que rescata a su mujer: «No he vuelto a ser el mismo». Cuatro años después, 48 meses más tarde, pelea con las secuelas psicológicas. No podemos tolerar más las secuelas que continúa dejando no saber bien qué fue lo que sucedió aquella noche del 24 de julio, aquella noche que iba a ser como siempre festiva y que se convirtió en un infierno, un infierno que todavía tiene mucho fuego por apagar.