¡Ha dicho Jehová!

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa CON LETRA DEL NUEVE

OPINIÓN

01 jul 2017 . Actualizado a las 09:26 h.

Cuando ya nos creíamos muy modernos, la tecnología ha resucitado un antiguo deporte que imaginábamos caducado: el linchamiento.

Porque Twitter, Facebook y la barra del bar cada día se parecen más a esa escena de La vida de Brian en la que unas mujeres con barbas postizas se disponen a lapidar a un pobre anciano que ha cometido la osadía de decir «Jehová» y, de rebote, liquidan al juez rabínico que al leer la sentencia de muerte proclama que el viejecito ha ofendido a Dios al pronunciar en vano «el nombre de Jehová».

-¡Ha dicho Jehová!

Y llueven las piedras.

En Twitter, Facebook y la barra del bar llueven piedras todos los días. Hay quien hasta se divierte contando los anillos que hace su guijarro al caer sobre el agua, en medio de tanto matonismo.

Ahora mismo hace falta muy poco, apenas unas palabras, para que alguien te declare nazi, machista, feminazi, fascista, facha, estalinista o sicario. Todo muy sutil, como el grito de guerra del selecto club de las lapidadoras barbudas:

-¡Ha dicho Jehová!

A mí el único linchamiento que me parece razonable es el que se practica en Las aventuras de Huckleberry Finn, que por algo es la gran novela americana que otros todavía andan buscando. Cuando los lugareños deciden ajustar cuentas con los dos charlatanes apodados el Rey y el Duque, montan a los timadores sobre un raíl, cubiertos de brea y emplumados, y los sacan del pueblo a hombros.

Esta sana costumbre de condecorar a los embaucadores con alquitrán y plumas -que también se practica en los cómics de Lucky Luke- nos habría ahorrado un sinfín de jaquecas y rescates.

Lo que pasa es que el mundo ha cambiado mucho desde Huck Finn y Luke. Y ahora son los charlatanes los que nos linchan a los demás.