Macron, el mal menor

Yashmina Shawki
Yashmina shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

06 may 2017 . Actualizado a las 10:28 h.

El debate del miércoles entre los dos candidatos de la segunda vuelta en las elecciones presidenciales de Francia se saldó con una aparente victoria de Emmanuel Macron, quien fue considerado más convincente por un 63 % de los encuestados. El joven aspirante mantuvo la compostura frente a la sucesión de ataques que Le Pen le lanzaba, aunque en algunos momentos el tono resultó violento y los moderadores casi no pudieron intervenir. Fue un debate largo, de más de dos horas y media, del que ninguno salió bien parado. Le Pen solo brilló al jugar la carta del miedo frente al distinto, al blandir su opción de expulsar a todos los extranjeros condenados y de cerrar las fronteras, mientras Macron destacó en la parte financiera. Frente a la juventud e inexperiencia política de Macron, la enérgica diatriba de la derechista, en la que se colaron muchos datos falsos así como la recurrente alusión a que ella representaba al pueblo frente a la élite, resultó cansina e incluso un poco barriobajera.

Obviamente, el debate no puede tomarse como referencia de lo que sucederá en la votación de mañana, si bien parece claro que cada uno de los dos candidatos tiene un perfil determinando de votantes y un mapa de apoyos definido: las grandes ciudades parecen de Macron, mientras que en los barrios humildes, en las zonas más depauperadas y en las periferias se inclinan más por Le Pen. Sería simplista afirmar que Francia está dividida entre la aspiración de modernidad y confluencia con Europa frente al aislamiento y proteccionismo, pero es cierto que este resultado puede marcar un cambio en la tendencia iniciada en Europa por el apoyo al brexit.