Opción cero

Luis Ferrer i Balsebre
Luis Ferrer i Balsebre EL TONEL DE DIÓGENES

OPINIÓN

23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El muro de Berlín cayó el 10 de noviembre de 1989, quedando como efemérides del final de la guerra fría. En realidad esta se descongeló en agosto de 1985 cuando el presidente Gorbachov llamó al profesor Aranovich -un especialista en sistemas humanos de Stanford- para que le aconsejara qué debería hacer la URSS ante el órdago de Reagan de instalar la guerra de las galaxias.

Para la historia de la Wikipedia, aquello acabó con un derrumbe del sistema soviético y Gorbachov, responsable por tanta perestroika y tanto glasnost. Pero no fue así, Mijaíl tuvo la inteligencia, la honradez y el acierto de atender las indicaciones de Aranovich y ganó la guerra para todos.

Si respondemos a este órdago con otro mayor, ellos lanzarán otro y perderemos. Si respondemos de tal manera que queden ante el mundo como los verdaderos malos de esta película de espías, ganaremos: Opción cero: quite todos los misiles. Si ellos no hacen lo mismo, quedarán frente a la historia como los verdaderos agresores. Y así lo hizo. Y así ganamos.

Treinta años después, los que conocimos aquello -somos mayoría- nos vemos otra vez condenados a jugar la misma partida en la que las fichas seguimos siendo los mismos. ¡Que fatiga! ¡Sísifo otra vez!

Lo malo es que los que jugaban ya no están. Aranovich anda fastidiado, Gorbachov está criofilizado con el emérito papa Benedicto XVI y el emérito campechano Juan Carlos I; no se puede esperar nada de ellos. Preocupa ver el actual elenco de jugadores en el que solo figuran mozalbetes envalentonados con muchas más ganas de liarse a tortas que de pedir consejo a los sabios. Los mismos que se dan bofetadas y empujones en los partidos de fútbol de los hijos. Los mismos psicopatillas que doma el hermano mayor en la tele solo que, en este juego, ellos también son los hermanos mayores. Dios ha muerto, no hay nadie para apaciguarlos .

Me gustan los deportes de lucha, el yudo, el boxeo... porque los combates tienen reglas y límites. Los actuales enfrentamientos mundiales no tienen ni unas ni otros y por eso son peligrosos y aborrecibles incluso para aquellos a los que nos gustan Bruce Lee y Rocky Balboa.

Con esta tropa, Aranovich hubiera equivocado el consejo, porque para frenar este circo de la madre, el padre y la suegra de todas las bombas hacen falta adultos y cada vez hay menos, son especie a extinguir.

La opción cero para sobrevivir individualmente: apagar el wifi y escuchar a Quevedo: «Retirado en la paz de estos desiertos / Con algunos pocos doctos libros juntos / Vivo en conversación con los difuntos / Y escucho con los ojos a los muertos».

O hacer running o sintonizar Tele 5.