Añorando a Kissinger

Carlos G. Reigosa
Carlos g. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

20 abr 2017 . Actualizado a las 08:39 h.

Henry Kissinger no fue presidente de EE.UU. porque no cumplía el requisito de haber nacido en territorio estadounidense -nació en Alemania en 1923, en el seno de una familia judía-, pero fue un brillante y eficaz secretario de Estado con Nixon y Ford. La política internacional de estos dos presidentes llevó su sello inconfundible. Y el mundo fue mejor y corrió menos riesgos. Porque Kissinger, convertido en amo y señor de la política internacional americana, supo buscar los más difíciles equilibrios con la URSS, China, en Oriente Medio (no veía un Estado palestino desligado de Jordania), etcétera. Literalmente, tenía el mundo en la cabeza y gozaba de una enorme capacidad para construir contrapesos y estabilidades.

¿Por qué escribo hoy esto? Porque no veo en el entorno de Donald Trump a nadie capaz de hacer algo semejante en esta hora del mundo. Muy al contrario, no se perciben más que incertidumbres y extraños chalaneos cuyo verdadero propósito se desconoce. ¿Qué mundo quiere Trump? ¿Qué amistades desea consolidar? ¿Qué papel desea para Estados Unidos? ¿Qué países aspira a tener como verdaderos aliados? No es posible saberlo, porque la Casa Blanca no parece estar ocupada en comunicarnos nada de esto. Quizá porque no tiene a nadie idóneo cavilando en ello. Y desde luego porque no tiene a un Kissinger -ni parece quererlo- capaz de desenredar la madeja.

Sin quererlo, todos nos vamos haciendo a la idea de que en la Casa Blanca está Trump con sus familiares y amigos. ¿Y qué políticas emanan de esa sede? Solo unas confusas manifestaciones que muy pronto entran en contradicción con otras confusas manifestaciones que no permiten vislumbrar una ruta firme. Por eso viene tan a cuento evocar hoy a Kissinger. Porque se echa mucho en falta a alguien que ordene y haga creíbles las relaciones internacionales del país más poderoso del planeta.

¿Las recientes intervenciones en Siria y Afganistán son una declaración de principios? Más bien parecen ocurrencias precipitadas, pero sería deseable que fuesen un indicio clarificador que nos permitiese entender y reaccionar. ¿Cabe esperar tanto de Trump? Ni siquiera esto se puede descartar.