Galicia, empresa única

Antonio Fontenla TRIBUNA

OPINIÓN

01 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La articulación del territorio en torno a una Galicia como ciudad única es el argumento perfecto para construir un relato como empresa única. El sur reclama su justa demanda del AVE, sea cual sea finalmente su trazado, igual que queremos combatir el posicionamiento cada vez más competitivo de Oporto en los ámbitos marítimo y aéreo. En el norte se necesita avanzar por vía rápida por la costa de la Mariña lucense, además de conectar los puertos por vía ferroviaria. Y en el centro se impone completar cuanto antes la autovía de Santiago a Lugo, impulsando licitaciones y obras en el tramo Arzúa, Melide, Palas. Ya confiamos en que el año próximo entre en servicio la A-54 entre Lavacolla y Arzúa. Son proyectos que se pueden materializar de aquí a cinco años, al menos en su mayor parte; incluida, claro está, la irrenunciable conexión de la alta velocidad con la Meseta. Y naturalmente todos reivindicamos la inclusión del Noroeste español en la Plataforma Logística Conecta Europa. 

Nuestras empresas y tejido socioeconómico tienen mucho que decir en el desarrollo de las grandes infraestructuras, pero también en los entornos metropolitanos y en el sector primario. Nuestras exportaciones siguen batiendo récords, algo que siempre hemos considerado esencial en las confederaciones, ya que tiran del progreso pero también del talento. Aun así no es suficiente, porque precisamos aumentar el consumo interno, algo que se consigue si mejoramos la calidad del empleo. La negociación colectiva debe llevar implícita un alza salarial a modo de estímulo, si bien debe acordarse con moderación.

Por tanto, si queremos competir con unas mínimas garantías de éxito, solo podemos hacerlo sumando, de Tui a Ribadeo y desde Valdeorras hasta la Costa da Morte. Si las ciudades deben hablar entre ellas y con las Administraciones públicas, los empresarios también. Es hora de construir nuestro consenso recuperando el espíritu democrático de la Transición, con generosidad hacia las minorías y respetando las mayorías. No cabe otra si queremos competir, repito. Porque nos necesitamos todos.