Eucaliptos

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

22 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

¿A mí qué me importa lo que dicen Trump o Rajoy; qué me importa Cristiano o Bruno Mars si vienen los de Parques y Jardines y me cortan los eucaliptos de la rotonda de Riazor? Aquellos gigantes que ya estaban allí antes de que yo naciera, y que forman parte de mis más remotos recuerdos? Los inmigrantes traídos de Australia no se sabe cuándo por Fray Rosendo Salvado, aquel cura de Tui que en nuestra antípodas todos respetan y recuerdan. Árboles que echaron raíces y fueron explotados como los sin papeles. Los eucaliptos, que defendía en los años sesenta el ingeniero de montes Guillermo Camarero contra todos. Esta semana alguien ha clavado en un tronco la sentencia de muerte. Se decía no se qué de una enfermedad terminal que ponía en peligro a los paseantes, y me lo creo porque es imposible que nadie acometa semejante medida sin suficiente razón. Pero lo que más me duele es que las gaviotas siguen trazando tirabuzones en el vendaval con sus chillidos como si no hubiera pasado nada. Que la Torre de Hércules sigue barriendo con su haz la fachada de las Esclavas y las olas rompen con la misma alegría. Que la vida sigue mientras mis recuerdos infantiles se convierten en leña para las chimeneas o, peor aun, para asar un churrasco.