Europa, blindada contra el separatismo

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

07 ene 2017 . Actualizado a las 08:51 h.

La diosa Fortuna ha vuelto a visitar el palacio de la Moncloa. Hace tres días llevaba en su zurrón, como si fuese un adelanto de los presentes de los Reyes Magos, los datos de empleo de diciembre, que podrán tener mucho de precario, pero permitieron presumir de dimensión histórica. Y al día siguiente, cuando ya se escuchaba la algarabía de los pajes de los monarcas mágicos de Oriente, cayó sobre palacio un regalo inesperado: el Tribunal Constitucional de Alemania dictó una sentencia por la que rechaza referendos de autodeterminación en sus estados federados. Respondía así a la petición de un pequeño partido independentista de Baviera que pretendía seguir los pasos de Escocia.

Para muchos, entre los que me cuento, fue una sorpresa descubrir que en Baviera existe separatismo, porque no teníamos noticia de ningún partido independentista en su Parlamento. Pero sí existe una formación política menor, llamada precisamente Partido de Baviera, que solo obtuvo el 2,1 por ciento de los votos en las últimas elecciones, insuficientes para obtener representación parlamentaria. Con esa base electoral, el referendo estaba llamado a ser un gran fracaso de los secesionistas, pero lo quisieron intentar. La ambición de adquirir resonancia internacional no es exclusiva del soberanismo catalán.

Lo más llamativo para este momento de España es la argumentación del tribunal alemán. Parece calcada de la que usan los constitucionalistas españoles cuando hablan de Cataluña. Recuerda que la soberanía reside en el conjunto del pueblo alemán, que las aspiraciones secesionistas no caben en la Constitución, que los länder no son dueños de la Carta Magna, que la República Federal de Alemania es un Estado-nación basado en el poder constituyente de todo el pueblo, etcétera.

Estamos ante un documento de gran valor para el futuro español que, naturalmente, será refutado en Cataluña por aquello de que el sentimiento nacional está más arraigado en sus cuatro provincias que en Baviera, donde es puramente testimonial.

Contemos con esa réplica e incluso con una ley del silencio sobre la sentencia. Pero anotemos, primero, que Europa tiene blindada la integridad territorial de sus Estados, porque una sentencia similar fue dictada por el Constitucional de Italia para una demanda de referendo del Véneto. Segundo, que la defensa de las fronteras nacionales es prácticamente igual en todos los países y en todas las constituciones, con lo cual es difícil que Cataluña encuentre apoyo entre los miembros de la Unión. Y tercero, que a partir de esta sentencia, ningún soberanista catalán podrá alegar que España no es una democracia porque «no les deja votar». He aquí una sentencia ajena, pero que le viene a España como el último regalo de Navidad.