Virulillas

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

31 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Si el lector fue de chaval persona delgada, enclenque o esmirriada, quizá lo hayan tildado alguna vez de virulillas. Un colega al que un atleta gallego de alta competición le cuenta que de muchacho fue un virulillas trata de comprobar la ortografía de esta palabra, pero no la encuentra en los diccionarios, ni en los de español ni en el de la Academia Galega y algún otro de gallego a su alcance. Lo cual le hace dudar hasta de la validez de tan sugerente voz. No debe preocuparse. El problema no es suyo, sino de los diccionaristas.

Varias fuentes coinciden en el posible origen cubano de virulillas. De hecho, tiene mucho más uso en la isla que en España. El Diccionario de americanismos, de las academias del español, da virulilla -sin -s final- como voz de Cuba y ofrece dos acepciones: ‘mujer que accede fácilmente a tener relaciones sexuales con hombres’ y ‘poca cantidad de dinero que se solicita o se entrega por un servicio’. Este virulilla caribeño es femenino. La lingüista puertorriqueña Aida Vergne (El Nuevo Día, 22.9.2016), que sigue el Diccionario del español de Cuba, añade que también es «una persona insignificante, un arrastrapanza».

En España se emplea sobre todo en Galicia, tanto en gallego como en castellano. Xulio Cuns Lousa registra virulilla en su Glosario de voces e frases recollidas na comarca de Betanzos (Anuario Brigantino, 1989): «Delgado, esgumiado. (Pode proceder de Cuba, onde quere dicir pouca cousa)». Añade que también aparece como birula, virula o birulilla. Constantino García incorpora el sustantivo a su Glosario de voces galegas de hoxe (Verba, Universidade de Santiago, 1985) con la grafía birulillas. Le atribuye el significado de ‘hombre que se mete en cosas de mujeres’, con el que lo vemos poco empleado. Idéntica forma y sentido aporta Carlos Xesús Varela Aenlle en su tesis doctoral sobre el léxico del gallego de Asturias.

En Galicia se utiliza mucho virulillas como apodo. Como muestra, el título de un artículo publicado en el 2006 en La Voz: «Un pacto co Virulillas». Pero también como sustantivo, con los significados de enclenque, débil o poco fuerte. El vigués Eduardo Domínguez Lago, profesor universitario y preparador físico del Deportivo con Lotina, declaraba en el 2010, tras defender su tesis doctoral, en la que critica la dictadura del físico en la cantera gallega: «Hay dudas ante los virulillas con talento. Aunque tengan lo más importante, la calidad».

Nuestros héroes de hoy son lo opuesto a algunos tipos cachas de gimnasio que, obnubilados por batidos energéticos y misteriosas sustancias mágicas, tachan de cuerpo escombro al que no es como ellos, ya se trate de un pacífico gordito o de un pobre virulillas.