Un mal menor, ¿para quién?

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

19 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de los líderes de la sublevación socialista y presidente de la gestora, Javier Fernández, ha llamado ayer en el Senado a los suyos a elegir «el mal menor», que sitúa entre la abstención o nuevas elecciones. Lo que el asturiano Fernández no ha dicho es en función de qué o quiénes establece ese mal menor. ¿Pensando en los ciudadanos, o en los intereses electorales de los socialistas? Convendría que lo aclarasen de una vez porque por lo escuchado hasta hoy nos quedamos con la idea de que lo único que les mueve a optar por una u otra decisión es el futuro del partido y no vaya a ser que una formación tan responsable, tan honrada y con tanta historia, llegado este momento, sitúe sus intereses por encima de los de la ciudadanía.

Los responsables de lo que queda del PSOE están siendo claros. González, Zapatero, Rubalcaba, Blanco y Díaz, toda la socialaristocracia que diría Carrillo, coinciden en que los socialistas no están en condiciones de someterse de nuevo a las urnas y que necesitan un tiempo para recuperarse, porque ahora mismo las encuestas los dejan tumbados. Lo dicen sin rubor. En las hemerotecas queda aquello del país por encima de todo y que primero vamos a solventar lo de España y más tarde lo del partido.

El profesor José A. Piqueras nos acaba de recordar que Max Aub, también socialista, escribió en su diario un apunte para un posterior artículo. La nota decía: «Los socialistas son gentes para las cuales la vida política se reduce a las elecciones, las preferencias, las zancadillas, los dimes y diretes». Corría el año 1941, pero como si fuese hoy.