Alicia cayendo en un pozo

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

25 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En este país de las maravillas que para sí quisiera Lewis Carroll, donde los conejos de Podemos celebran en su árbol hueco de la Complutense un curso de verano ya llegado el otoño mientras murmuran llego tarde, llego tarde; y donde la reina de corazones que preside el Partido Popular grita que les corten la cabeza sin pensar que la cabeza que corre peligro es la suya propia; y donde se juega al cróquet con el flamenco rosado de Rivera como mazo para golpear la bola y hacerla que pase por el aro; en este país de la maravillas, en el que la baraja de los socialistas toma vida y huye como puede del tute cabrón en el que se encuentra inmersa, en fin, salimos los votantes de nuevo a bailar con la más fea. Lo de aquí no parece una gran batalla y apenas rompe la placidez del discurrir de los primeros días del otoño, pero lo de allí, lo que queda sin resolver en Madrid, debería dirimirse con el juego de las sillas musicales, tocando una cancioncilla que cuando se interrumpe va eliminando a los concursantes menos veloces en sentarse. Hasta que no quede más que uno, que ya solo por tal pericia podría ser investido presidente del Gobierno.

Ayer, que fue jornada de reflexión, los gallegos hicimos nuestras cuentas sobre este inicio desigual de la liga y sobre lo que Celta y Deportivo necesitan para salir adelante. Y aun estando atentos a la campaña, no hemos oído a ningún candidato aportar nada concreto sobre el asunto. Por eso algunos no sabemos qué votar. Pero haremos lo que podamos. Feliz día.