¿Y quién representa a la magia?

Roberto Blanco Valdés
Roberto L. Blanco Valdés EL OJO PÚBLICO

OPINIÓN

23 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Corría el año 1867 cuando un sagaz periodista británico, culto e informado, escribía uno de las mejores obras aparecidas hasta la fecha sobre la Constitución de su país. Walter Bagehot tenía solo 41 años cuando publicó The English Constitution, libro espléndido que recordaré aquí solo para insistir en algo que su autor ya constató hace ahora un siglo y medio: que los regímenes parlamentarios presentan un fuerte componente presidencialista: «Inglaterra tiene un primer ministro que es tan verdaderamente electivo como lo es en América el hombre a quien los electores hacen el presidente del país». En efecto, en América el presidente es elegido directamente por los electores, mientras en Inglaterra y los demás sistemas parlamentarios aquellos conforman una mayoría que elige, indirectamente, al jefe del Gobierno.

Así, en las elecciones de pasado mañana los gallegos elegiremos nuestro Parlamento autonómico, pero al hacerlo, y en el mismo acto, configuraremos también una mayoría parlamentaria que designará al próximo presidente de la comunidad. Por eso, porque la elección es inevitablemente doble (Parlamento y presidente), es necesario conocer cuáles son las opciones que en cada caso tenemos disponibles.

Para el Parlamento compiten cinco listas con posibilidades de obtener representación parlamentaria, aunque estas sean, como resulta bien conocido, muy distintas: PP, PSdeG, En Marea, BNG y Ciudadanos. Como todas esas fuerzas presentan también candidato a la presidencia de la Xunta (como si de unas elecciones presidenciales se tratara) procede preguntarse quiénes compiten de verdad por ese puesto.

El primer descarte afecta a Ciudadanos -que puede quedar fuera del Parlamento- y al BNG, a quien las encuestas atribuyen entre 1 y 4 escaños. A partir de ahí, y contando con que uno de los candidatos es Feijoo, es necesario constatar que el otro es el de En Marea, y ello por tres razones que conviene resumir: porque la práctica totalidad de las encuestas colocan a En Marea por delante del PSdeG; porque todo hace pensar que si debe optar entre una y otra fuerzas el BNG votará a aquella con la que tiene, por su fuerte componente nacionalista, mayor afinidad; y porque, aunque el candidato socialista se niega como gato panza arriba a aclarar su posición, todo el mundo sabe que votará a Villares antes de permitir que Feijoo gobierne en minoría.

Por tanto, y esto es lo relevante, pasado mañana los electores del PP votarán a ese partido para el Parlamento y a Feijoo para el Gobierno; los de En Marea a En Marea para el Parlamento y a Villares para el Gobierno; y los del PSdeG y el BNG a sus partidos respectivos para el Parlamento y a Villares para el Gobierno. Salvo gravísimo error de las encuestas, es en esos términos en los que están planteadas las elecciones del domingo y no aclarárselo así a los electores en una forma de intentar colarles gato en vez de liebre.

Escribía ayer Xosé Luís Barreiro en estas páginas que los gallegos estábamos llamados a elegir «entre la gestión y la magia». Es verdad: Villares es el candidato de la segunda y Feijoo el de la primera.