Fin del cachondeo

Alfredo Vara
Alfredo Vara EL PUENTE

OPINIÓN

30 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Alivio. Uno respira más tranquilo cuando oye a alguien con altas responsabilidades afirmar que se acabó el cachondeo. Y más aún cuando quien va a solicitar hoy al Congreso su apoyo para continuar como presidente asegura que ha cumplido su obligación.

Tales afirmaciones generan confianza. Así que cabe esperar que nos expliquen al detalle por qué presentarse hoy a la investidura sin tener los apoyos garantizados es cumplir un deber y no lo era hace unos pocos meses.

O por qué el pacto del PSOE y Ciudadanos era una broma y, sin embargo, es muy serio el que, según Albert Rivera, recoge 100 de las 150 medidas de aquél.

O por qué se deja correr el calendario y se acaba fijando la sesión de investidura para una fecha que casualmente haría que las terceras elecciones se celebrasen el día de Navidad (en ese caso, mejor el día de los Santos Inocentes, como apuntaba Enrique Clemente en esta página hace unos días).

O por qué habría que modificar a toda prisa la ley electoral para adelantar la votación una semana y que la viejísima petición de reducir la duración de las campañas recibiese por tan irrisorio motivo el apoyo que los partidos le negaron durante años.

Ojalá se haya acabado el cachondeo y esta tarde volvamos a ver atisbos de seriedad. En quienes aseguran haber cumplido su obligación, en los que mantienen la imposible triple negativa al apoyo a Rajoy, a la repetición de elecciones y al pacto con Podemos, y en los que guardan ahora silencio mientras tratar de zurcir sus agrietadas costuras. Y el debate se centre en atender las necesidades de los ciudadanos, garantizar la limpieza de las instituciones y asegurar la gobernabilidad.