Auschwitz day

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

29 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El horror tiene un nombre. Birkenau. Las cámaras de gas. El Zyklon B. La solución final. El odio irracional, la muerte, la intolerancia, la locura. El asesinato masivo, metódico y organizado. Birkenau se ha quedado allí, congelado en el tiempo, para recordarnos algo que nunca debió ocurrir. Para recordarnos que somos capaces de lo peor. Para intentar que no se repita algo que nos avergüenza. Solo la visión de las vías del tren, con el campo al fondo, son estremecedoras. Una imagen que por espeluznante se ha vuelto icónica. La atmósfera. Sobre todo la atmósfera. Saber que allí murieron por la sinrazón cientos de miles de personas por ser quien eran. La atmósfera es oprimente, sobrecogedora. Menos para él. Apenas 20 años y un bolso de marca. Se llama a sí mismo icono de la moda masculina. Cuando llegó a Birkenau, se topó con esa estampa conmovedora. Con el horror. Pero solo se le ocurrió que era un gran telón de fondo para hacerse una fotografía. Se miró una vez más la suela del zapato y posó. Posó sobre las vías del tren que llevaban a miles de personas a morir en una cámara de gas. Posó con los crematorios al fondo. Posó en Birkenau y lo acompañó de etiquetas como influencer y fashion designer. «Auschwitz day», escribió. Y una solo es capaz de preguntarse qué estamos haciendo mal. Por qué alguien usa Auschwitz como un telón cualquiera. Si hemos cruzado todas las líneas. Y si nos hemos vuelto locos.