Turquía, acosada

Gonzalo Parente VENTANA AL MUNDO

OPINIÓN

24 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Difícil se le presenta a Erdogan manejar la política interior y exterior de la gran nación otomana. Entre Oriente y Occidente, Turquía no acaba de encontrar su sitio por razones de su política intermedia, que la lleva a actuar como un miembro activo de la OTAN, que pretende ingresar en la comunidad europea, pero que a la vez desarrolla un papel importante en los conflictos de Oriente Medio, con un nacionalismo islámico avanzado y moderado. Así, vemos a Turquía haciendo de portero de Europa para contener la riada de refugiados, pero su proximidad al campo de batalla sirio le hace tomar postura del lado de la alianza que lideran los norteamericanos. Por otro lado, ha tenido que acercarse a Rusia, después del derribo del avión, pidiendo disculpas que de inmediato fueron aceptadas para formar un frente común en Siria contra los kurdos y el Daesh, que precisamente acaba de realizar horribles actos terroristas. Por supuesto que a Putin le viene bien el acercamiento de Turquía a su órbita, pues en el conflicto con Ucrania puede ser un gran apoyo en el Mar Negro.

Así, Turquía se ha convertido en una pieza importante para la paz difícil de Siria, al pasar de ser enemiga acérrima del presidente Al Asad a ponerse con los rusos a defender el régimen contra el Daesh y los kurdos. El conflicto de Siria se está convirtiendo en un galimatías de intereses encontrados, y lo más peligroso es que esto sirva a los intereses del califato.