El peso de la ley

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

28 jul 2016 . Actualizado a las 07:34 h.

Hartos como estamos de unos políticos expertos en no solucionar problemas y en crearlos con una facilidad pasmosa, hasta el abismo de las terceras elecciones, explota la cuestión catalana. Lo que nos faltaba. Un Gobierno en eternas funciones y llega desde Cataluña otra vez la amenaza fantasma. ¿Cómo un Parlamento autonómico puede ir contra el Tribunal Constitucional de un Estado? Inexplicable y punible. Los secesionistas han pasado, en eso que denominan proceso de desconexión y que parece librarse de un muerto, de la eutanasia pasiva a la eutanasia activa. Menos mal que tenemos los recursos necesarios para que la ley no sea vulnerada. Si queremos convivir en democracia, nada puede haber fuera de la norma mayor que es la que fija el Tribunal Constitucional. Lo que han hecho en el Parlament es un contumaz desacato. Va más allá del desafío y del reto al que nos tenían acostumbrados. Tenemos las leyes, pero miedo da pensar si tenemos los políticos. Son los mismos que no se ponen de acuerdo para permitir un Gobierno. Los mismos que por lo menos sí coinciden en que el escenario de ayer no se puede tolerar. PP y Ciudadanos se salieron de la votación. El PSOE se quedó, pero sin tocar un botón. Y el Podemos catalán votó en contra. Pero los cuatro jinetes de estas fuerzas son, repito, los mismos, todos, que no han parado de fracasar después de dos elecciones para darnos un Gobierno. Los secesionistas eligen ahora la ruptura radical porque saben que enfrente tienen a cuatro partidos que no se entienden en nada y para nada. Lo de Convergencia es para nota. Busca el acuerdo para tener grupo en el Congreso hace unos días y ayer reventó el patio de butacas en Barcelona. Lo de Junqueras, insólito, le da la mano a Soraya, también hace unos días, para llevarse el dinero que no tiene para las instituciones catalanas, y luego usa esas instituciones catalanas que pagamos todos para lanzarse a la desconexión. Ese Parlament no es competente. Y encima los que han votado que sí a esta farsa son unos incompetentes. Engañan hasta a los que les dieron su voto, porque hay que suponer que ellos saben que no van a ningún lado. ¿Qué hay después de saltarse al Constitucional? El vacío. Hacen política de humo. Son pastores de hooligans. La respuesta del Estado ha de estar a la altura. El peso de la ley tiene que notarse. Cicerón, siglo I a. de C. (antes de Cristo, no antes de Cataluña): «Seamos esclavos de las leyes para poder vivir en libertad».