El espectador va a Telecinco para informarse, y a La Sexta para formarse, aseguraba Paolo Vasile hace unos días para criticar la politización de su verde rival. En la noche electoral, el público no encontró en Telecinco lo uno ni lo otro. En pleno recuento de votos, la cadena se entregó a la evasión del fútbol, dejando el informativo especial de Pedro Piqueras para los postres.
La emisión en abierto de la Eurocopa de Francia estuvo en el aire hasta unos días antes del campeonato porque ninguna cadena española estaba dispuesta a pagar lo que costaba. Mediaset lo hizo, tras lograr un precio a la baja, pero ahora tiene que cuadrar las cuentas y rentabilizar su inversión, especialmente después de la eliminación de España.
La necesidad de conservar el liderazgo emitiendo el campeonato pero sin renunciar al público fijo de la cadena dio lugar a momentos cómicos como el que protagonizó el sábado el locutor del Croacia-Portugal al detallar el croquis de lo que sería la retransmisión del partido de España de este lunes: «A las tres de la tarde arrancan los Manolos hasta las cuatro, en Cuatro. En Cuatro, a las cuatro, continúa la previa, hasta las cinco y media. Y a las cinco y media, nos pasamos a Telecinco y vemos los últimos treinta minutos de los detalles previos y, por supuesto, el partido». Todo por no dejar a los feligreses sin su ratito de Sálvame.