Los tres fantasmas del 26J

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

21 jun 2016 . Actualizado a las 08:55 h.

El 26J no habrá sorpresas. Se producirá el sorpasso en el ala izquierda del sistema de partidos español. Indecisos mediante, lo dicen la mayoría de los sondeos publicados hasta ayer. Lo confirma la encuesta de Sondaxe del domingo. Y vista en perspectiva, es una gran noticia. No se producía un relevo de ese calado desde que en 1982 la UCD implosionó y pasó de la mayoría simple con 168 a escaños a 11. 

La víctima propiciatoria en esta ocasión es el PSOE, que puede dejar de ser el segundo más votado y el segundo con más escaños por primera vez desde 1977.

Los socialistas tienen un presente complicado y un futuro más que incierto. Siendo justos, se puede decir que va camino de ser un partido de ámbito no estatal. Y no es un disparate invocar el fantasma del Pasok. Retrocede, elección tras elección, en las preferencias del electorado. Su desgaste es lento, pero continuo, y precipitado por la irrupción de Podemos en las elecciones europeas del 2015.

La pérdida de la segunda plaza en el ránking político estatal no se puede achacar a los seis meses sin Gobierno y/o a la repetición de elecciones. Si se produce (a partir de hoy habrá que estar atentos al mercado de frutas de Andorra para saber cómo va el partido), el sorpasso será por obra y gracia del pacto entre Podemos e IU. Esa alianza permite convertir los votos de la coalición de Garzón en escaños. Por lo demás, no hay nada nuevo bajo el sol. Mucha fragmentación. Poca volatilidad. Los partidos juegan a empatar. Y no corren riesgos. Los candidatos son los mismos. Los discursos apenas han cambiado. Nadie ha roto la baraja. Pelean por un puñado de escaños. Se preparan para las maniobras del día después. Y en Galicia para la importantísima carrera de las autonómicas, donde hay una fuerza, En Marea, sin candidato. 

Los números mandan. Dicen que puede haber un Gobierno de izquierdas o una gran coalición. Pero la lógica política no. Al menos con los actuales líderes de los partidos tradicionales. Desalojar a Sánchez de Ferraz puede ser fácil. Sustituirle no lo es tanto. Y pensar en que pase lo mismo con Rajoy son palabras mayores. Pero están ahí otros dos fantasmas. El de unas terceras elecciones. Y el del posible surgimiento de partidos antisistema.