Exclusión social, políticos y programas

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

25 may 2016 . Actualizado a las 11:05 h.

Es un dato oficial, no de una oenegé pesimista. Son cifras del Instituto Nacional de Estadística, no de un periodismo sensacionalista. Cuando alguien le pregunte al señor Rajoy por la España de la pobreza, ya no podrá decir, como suelen hacer sus portavoces, que es una realidad inventada. No, presidente: es la realidad sufrida por un tercio de la sociedad española, que sigue instalada en ese nivel terrible del riesgo de pobreza o exclusión social. Es cierto que se ha mejorado algo desde que se empezó a hacer esa medición, allá por el año 2008 del comienzo de la crisis; pero también lo es que los ingresos medios de las familias han bajado de los 27.747 euros cuando el PP llegó al poder hasta los 26.092 del 2014, último dato ofrecido por el instituto.

Traducidas a lenguaje ordinario, las grandes cifras económicas que maneja el Gobierno en sus balances no tienen correspondencia en la calle. La calle sigue con las penurias de siempre y el empleo creado luce mucho en los balances oficiales y en los mítines, pero no ha servido para mejorar la media de bienestar de las familias. Las explosiones de ocio que vemos en los puentes laborales, las noticias de hoteles llenos y otros signos de euforia solo indican que una parte de la población saborea el bienestar, pero otra parte sigue con sus dificultades para afrontar gastos extras, hacer vacaciones o simplemente llegar a fin de mes.

Como estamos en las fechas que estamos, me pregunto en qué parte de los programas electorales está el objetivo de sacar a tantísimos españoles del riesgo de exclusión. ¿En la renta básica que proponen algunos? La Comisión Europea se encargará de enfriarla cuando recuerde a quien gobierne que tiene que contener el déficit. ¿En un reparto más justo de la riqueza a través de la política fiscal? Lo dicen todos, lo han dicho siempre, pero hasta ahora no se ha visto. ¿En la creación de empleo, que dice el PP que es la mejor política social? Debiera ser así, pero el empleo creado sigue siendo demasiado precario y, según los sindicatos y algunos indicadores, hace trabajadores pobres.

Después de ver que el señor Rajoy habló hace días delante del cartel «Populares versus extremistas», quizá habría que hacer alguna reflexión. ¿Quiénes son los extremistas? ¿Las políticas que permiten esas desigualdades? ¿Los partidos que las critican con dureza? ¿O los ciudadanos del riesgo de pobreza que extreman sus reacciones después de haber extremado su miedos cuando miran a sus hijos? Decida el lector. Yo solo digo que para casi un 29 % de españoles -felizmente, solo un 19,4 en Galicia, solo un 16,7 en Asturias- la exclusión social no es un riesgo estadístico. Es algo con lo que despiertan cada amanecer.