Mayúsculas subjetivas

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

21 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Un partido ha difundido un vídeo en el que aparece su candidato y, sobre él, esta leyenda: «Los españoles estamos convocados a unas nuevas Elecciones Generales». Es solo una muestra de los muchos casos de abuso de la mayúscula que encontramos a diario.

El capítulo de las letras mayúsculas o versales es uno de los más complejos y difíciles de la ortografía. Así como en algunos aspectos la norma es clara y precisa (se escribe con mayúscula a principio de texto, después de punto, los nombres propios...), en otros es difusa, lo que propicia distintas interpretaciones. El resultado es un exceso de mayúsculas improcedentes.

Este se debe a veces a que quien escribe sin seguridad suele ver más grave equivocarse por empleo indebido de minúsculas que en el de mayúsculas. En otras ocasiones ese abuso es fruto de criterios personales, origen de las llamadas mayúsculas subjetivas. Así, por ejemplo, muchas personas creen erróneamente que solo pueden escribirse con mayúscula palabras como universo, patria, naturaleza o humanidad. Martínez de Sousa (Ortografía y ortotipografía del español actual) cuenta entre esas mayúsculas subjetivas las de proximidad, de dignidad, reverenciales y de ornato. Las de proximidad son las que se aplican al mundo de cada uno. En una empresa, el consejo de administración y la dirección general suelen aparecer como Consejo de Administración y Dirección General; un político puede escribir Elecciones Generales, y una persona religiosa quizá aplique versales iniciales a palabras como misa o padrenuestro.

Quienes escriben con mayúscula rey, presidente, papa, consejero delegado o conde suelen estar convencidos de que es la forma de reconocer la importancia y la dignidad de tales títulos y cargos. Muy próxima a la anterior está la mayúscula reverencial, también llamada genuflexiva y de respeto. Es la aplicada indebidamente por los subordinados a sus superiores: los trabajadores de una empresa que la emplean escribirán Director, los militares de baja graduación, General, y algunos curas, Obispo.

La Ortografía, que habla de mayúsculas de relevancia, agrupa con esa denominación «todos aquellos usos más o menos tradicionales de la mayúscula inicial no justificados por ninguna de las funciones lingüísticas asignadas a la mayúscula en nuestro sistema ortográfico [...], y que responden únicamente al deseo de poner de manifiesto la especial relevancia que quien escribe otorga al referente designado por la palabra así escrita». Concluye que no están justificadas desde el punto de vista lingüístico. ¿Lo están acaso desde algún otro?