El dilema de Erdogan

Gonzalo Parente VENTANA AL MUNDO

OPINIÓN

16 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El problema de los refugiados ha puesto en bandeja al presidente turco una opción estratégica de primer orden, al convertirse en la solución aceptando la propuesta de Europa, precisamente cuando su liderazgo estaba en más dificultades. Cuando acababa de cerrar un periódico que lo criticaba, cuando el terrorismo kurdo le estaba poniendo en aprietos, cuando los rusos lo despreciaban por el derribo del avión en Siria, cuando los refugiados entran en Turquía en grandes masas? se le ofrece por Europa constituirse en el guardián ante la avalancha humana que puso en aprietos a los países europeos. Así, mientras en principio algunos, como Alemania, abrieron sus puertas con una política de acogida hubo otros, como Eslovenia, que levantaron barreras, cargándose la política de puertas abiertas del tratado Schengen. También salieron los bondadosos que pusieron letreros de «Welcome Refugies», como en la plaza de Cibeles, en Madrid, aunque parece que aquí no quieren venir. Pues bien, Erdogan aprovechó la oportunidad y va a recibir seis mil millones de euros y, además, la promesa del pronto ingreso en la Unión Europea, hasta ahora vedada para los turcos. Bien es verdad que su principal oponente era hasta hoy Grecia, que pronto se ha ofrecido como solución, a cambio de que la UE la reconozca también como país benefactor, ya se supone que con el mismo dinero que Turquía.