Dicen que el CIS irrumpe en las negociaciones abiertas por el socialista Pedro Sánchez en su intento, difícil e incierto, de formar Gobierno. La encuesta oficial viene a confirmar lo que da la impresión de que Pablo Iglesias tiene claro desde la noche de las elecciones. Si se repiten los comicios, Podemos se colocaría por delante del PSOE, dice el Centro de Investigaciones Sociológicas. Y que al PP, en todo caso, no le iría peor de lo que le fue. Ergo, si alguien no le viene bien que seamos llamados de nuevo a las urnas es al PSOE y a Ciudadanos, justamente las dos fuerzas que han ganado protagonismo desde que Felipe VI le encomendó a Sánchez (por incomparecencia de Rajoy) que busque la investidura.
Pero si hay un dato revelador en la encuesta del CIS es que una nueva consulta electoral no arreglaría nada. Las Cortes seguirían igual de atomizadas y la gobernabilidad sería igual de difícil. Pero sí hay una diferencia sustancial: con los nuevos resultados y si las posiciones de PP y PSOE no variasen, el jefe del Estado, en atención a su obligación constitucional, a lo mejor encargaría la formación de Gobierno a Iglesias. Y hay a quien le da por pensar que, aunque solo fuese por eso, a Podemos no le iría mal que Sánchez se esnafre.
Lo que cuesta ver es la ventaja que ese nuevo escenario tendría para el PP. Y más en concreto para un Mariano Rajoy que parece en un embudo que solo lo puede llevar a un callejón sin salida. Y tal vez sin retorno. Porque un PSOE aún más debilitado y escaldado, con Pedro Sánchez en su propio atolladero, difícilmente se dejaría ir a los brazos de Rajoy. Claro que para entonces igual ya no hay ni Sánchez ni Rajoy. Tremendo lío.