Ante el golpe en Cataluña

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

02 nov 2015 . Actualizado a las 11:50 h.

Este es el escenario: los independentistas catalanes perdieron el plebiscito en que ellos mismos convirtieron las elecciones autonómicas. A pesar de su derrota incontestable y en contra de toda lógica democrática, van a aprobar una resolución en el Parlamento catalán con la que pretenden dar inicio a la instauración de una república en Cataluña al tiempo que declaran su desobediencia a las leyes españolas. No cabe duda de que estamos ante un golpe de Estado con el que una minoría pretende imponerse a una mayoría. ¿Qué hay enfrente? Mariano Rajoy se ha enrocado en la defensa de la ley, lo cual es una obviedad, y ya con el órdago plasmado negro sobre blanco ha convocado a los partidos políticos para formar un frente común antisecesionista. Pedro Sánchez presenta como única solución al desafío independentista una reforma federal de la Constitución que reconozca la singularidad de Cataluña. Ni él mismo se puede creer que esa sea la solución. El hábil Albert Rivera ha tomado la iniciativa proponiendo un pacto por España, que como ya le han dicho algunos ya está implícito en la Constitución. Por su parte, Pablo Iglesias juega a la equidistancia, defendiendo un referendo de autodeterminación en el que dice que votaría no. Rajoy, Sánchez y Rivera compiten a ver quién de los tres es más hombre de Estado, mientras el líder de Podemos se suicida políticamente al tratar de quedar bien con independentistas y no independentistas como si aquí no pasara nada. La cuadratura del círculo. Los cuatro parecen mirar más al 20D que al desastre institucional que se avecina, con una más que probable espiral de desobediencias por parte de las autoridades catalanas que no se sabe cómo va a terminar. En todo caso, muy mal.