No nos van a distraer

Jaime Miquel
Jaime Miquel AL DÍA

OPINIÓN

29 oct 2015 . Actualizado a las 09:21 h.

E spaña es un Estado plurinacional del suroeste de la Unión Europea. Lo es porque las poblaciones autóctonas vasca y catalana definen masivamente naciones distintas de la española, que es entendida como castellana e invasora, y lo mismo sucede con una parte significativa de la población gallega. El censo electoral de Cataluña totaliza 5,5 millones de personas, luego la mitad de los que votan son 2,8 millones de electores y los 2 millones que reúnen en las urnas los independentistas son clara minoría social. Sin embargo, de una u otra forma, todas las partes han asumido que las elecciones del 27S fueron plebiscitarias, luego basta con cuantificar la parte de la sociedad que se expresa en las urnas para determinar este asunto de las mayorías. El 27S nos dijo entonces que la nación catalana tiene un tamaño total de cinco de cada diez de los que votan.

Es un hecho objetivo que, en nuestros días, los responsables políticos de esta nación catalana se han situado en la independencia de España, en último caso mediante una declaración unilateral. Sea o no esto posible, obliga a revisar, en el medio plazo, el modelo de convivencia pactado en 1978. Sin embargo, estas no son cuestiones que se tengan que resolver antes del día 20 de diciembre, que es cuando se votan las elecciones generales, y esto es lo verdaderamente importante del calendario inmediato.

Sobre este asunto, el PSOE tendrá dificultades para defender la segunda posición en número de votos, dado que transfiere en la actualidad 1,5 millones de sus votantes a Podemos y 900.000 a Ciudadanos. Digamos que estas son nuestras preocupaciones, cuando los viejos políticos ibéricos se lían la manta a la cabeza con el asunto de Cataluña, y la pretensión de sujetar un montaje que no da más de sí. La política de máximos que anuncian Junts Pel Sí y la CUP, se plantea ahora, y no después del 20D, por la importancia de los resultados conseguidos por Ciudadanos en Cataluña el 27S. Una aritmética imprevista que obliga a ERC y CDC a concurrir en coalición para no perder en casa frente a los de Rivera, su imprevisto actual, porque antes fue Ada Colau y de aquí a dos meses lo será otra vez. Y es que no se enteran. En tanto que política de máximos no es más que ruido, como la propia declaración del Parlamento catalán o la respuesta del Gobierno de Rajoy. Nada de esto es convergente en términos UE y nadie está dispuesto a convocar o a secundar un Maidán en la Unión Europea, mientras que siete de cada diez de los que votan en Cataluña están dispuestos a resolver a la escocesa, y eso sí que es convergente.

No es más que ruido para sujetar lo de siempre y lo hacen compinchados. Declara Artur Mas por el asunto del 9N y le regalan la campaña. Y de modo equivalente, Artur Mas, el líder de Junts Pel Sí, declara el inicio del proceso para la independencia y le arregla las cosas a Rajoy. Líderes, ambos, cuyos tesoreros están encarcelados e investigados por casos de corrupción.

De modo que no nos vamos a distraer, lo que nos importa ahora es la estimación precisa de cada formación política en cada una de las 52 circunscripciones, cómo se reparten los escaños; todo lo demás que pueda suceder está más que descontado, contrastado y explicado, sobre todo, por la experiencia reciente.