Volver a empezar

Antonio Fontenla TRIBUNA

OPINIÓN

13 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El progreso de un país y la sostenibilidad de su economía se basan en el dinamismo de sus empresas, con la necesaria contribución del sector público. El horizonte que se dibuja en Galicia para los próximos años es de crecimiento económico estable, un 2,4 % este ejercicio y casi el tres para el 2016, según apuntan las entidades financieras. Nuestra comunidad autónoma es de las primeras de España en el cumplimiento de la reducción del déficit, se crea empleo y aumentan las afiliaciones a la Seguridad Social, y además crecen nuestras exportaciones. Sin embargo, si queremos consolidar esta tendencia para salir definitivamente de la crisis, los Gobiernos deben seguir profundizando en la reforma de las Administraciones Públicas, así como en el marco de las relaciones laborales, que deben ser aún más flexibles.

La innovación y el emprendimiento son dos conceptos que deberían incrustarse en el objeto social de las empresas, porque en ellos radica su competitividad y el éxito de su internacionalización las que salen al exterior. Pero para poder destinar recursos y esfuerzos en esta línea, precisamos una fiscalidad menos gravosa, una burocracia más ágil y la máxima implicación de las Administraciones Públicas a la hora de primar esta senda. Ahora que vuelve a fluir el crédito y podemos rescatar o poner en marcha nuevas ideas y proyectos, es el momento de facilitar las cosas a las sociedades mercantiles. Pero no es menos cierto que deberíamos estimular el crecimiento y la unión de empresas, ya que nueve de cada diez tienen menos de diez trabajadores. Galicia precisa aumentar el número de firmas con mayor masa laboral para ser más competitivas, innovadoras y poder internacionalizarse.

La estabilidad política y la buena gobernanza de los fondos públicos constituyen el marco de referencia para que la economía real y productiva se asiente, no se ahuyente a los inversores y, entre todos, podamos mantener con criterio la sociedad del bienestar. En cuanto a las crisis migratorias, no debemos olvidar, ni en Galicia ni en España, que somos un país de emigrantes, así que ahora nos toca a nosotros ser hospitalarios y generosos en la medida de nuestras posibilidades.

Galicia es un país rico en recursos naturales, pero estamos por debajo del rendimiento al que deberíamos aspirar. Tampoco podemos olvidarnos de la reindustrialización, ya que poseemos los conocimientos y la experiencia, y este sector es vital para la recuperación plena. Así como que debe ser irrenunciable la defensa de nuestras universidades, introduciendo criterios de racionalidad. En definitiva, volver a empezar.

Antonio Fontela es el presidente de la Confederación de Empresarios de A Coruña.