Renovarse o morir

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

05 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Nadie sabe qué pasará en las generales. No hay futurólogo de la política que se atreva con un pronóstico cerrado. Ese resultado del 20-D será clave para lo que suceda en las gallegas del año siguiente. El vuelco del Gobierno que Feijoo aplicó ayer con sorpresa dominical sí demuestra algo. El presidente de la Xunta no se irá en octubre, como decían algunos. Acabará su mandato. Feijoo está vivo y coleando. Ya había dado señales de no dejarse anegar por las mareas con las políticas sociales. Ya había subrayado que él también entiende de políticas de gestos. De frenar la sangría inhumana de los desahucios. De tender puentes a los refugiados sirios y de ayudar a pagar la luz a quien no tiene ni para iluminar su hogar. Pero todo el mundo se empeñaba en despeñarlo ya en Madrid. Tendrán que esperar. La renovación que ha hecho del Gobierno anuncia por lo menos que Feijoo tiene ganas de dar batalla. Y, encima, sigue siendo el mejor candidato para una reelección el año que viene. Una misión casi imposible, pero que, desde luego, si alguien la tiene en la mano, hoy por hoy, es Feijoo. Ahora, con un nuevo equipo, más joven y de alcaldes y exalcaldes que saben lo que es fajarse en política. Conselleiros del 62, como Almuíña, el de Baiona, al que le cae el Titanic de la sanidad; del 72, como la melidense Ánxeles Vázquez, porque no tiene nada que ver la leche con el mar; y como la estrella del reparto, el nacido en el 75, Rey Varela, al que le toca ser más social que las mareas y tuitearlo sin complejos. Pero no piensen que Rey Varela es el delfín pequeñito de Feijoo. No. Feijoo, con este paso, dice una cosa: seguiré y acabaré mi mandato. Y dos, tal vez no haga falta que Ana Pastor venga a Galicia a ser candidata porque nadie mejor situado para alcanzar el Himalaya de los 38 diputados que yo.