La industria nuclear española, fuente de desarrollo

José Ramón Torralbo Estrada FIRMA INVITADA

OPINIÓN

21 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La Sociedad Nuclear Española (SNE) es una asociación sin ánimo de lucro, constituida en 1974, de la que forman parte unos mil profesionales y un elevado número de socios colectivos, cuyo principal objetivo es promover y divulgar el conocimiento de la ciencia y la tecnología nuclear.

Si analizamos los resultados del sector nuclear en España podemos afirmar que este goza de una extraordinaria salud, gracias al buen funcionamiento de unas centrales nucleares que son referente internacional y al excelente comportamiento de una industria con gran capacidad exportadora, valores ambos de gran importancia que deben preservarse a largo plazo.

En el 2014, una vez más, la energía eléctrica de origen nuclear ha sido de nuevo la fuente principal de generación eléctrica en España. Con una potencia instalada de solo un 7,7 %, las centrales nucleares han estado conectadas a la red nacional más del 85 % del año, produciendo un 20,5 % del total de electricidad generada. Un 65 % de la energía producida en España en el 2014 estaba libre de emisiones de gases de efecto invernadero y, entre las tecnologías no emisoras, la nuclear es la que más contribuyó, con un 35 % del total.

En mayo de este año, la SNE, junto con otras 40 asociaciones de todo el mundo, suscribieron en Niza una declaración en la que ratifican su compromiso para combatir el cambio climático y reconocen la energía nuclear como parte de la solución, al ser una fuente energética que no emite CO2.

Si abordamos la situación actual de la energía nuclear, hay varios aspectos relevantes a considerar. En primer lugar, la seguridad. Como consecuencia de las lecciones aprendidas a raíz del accidente de Fukushima, la comunidad internacional adoptó medidas de forma inmediata. En nuestro país las centrales están siguiendo ese mismo proceso de adaptación, para lo que ha sido necesario llevar a cabo fuertes inversiones. Tenemos que seguir trabajando para que nuestras centrales nucleares puedan continuar operando hasta los 60 años.

En segundo lugar, los residuos. En España hace muchos años que se encuentra operativo en El Cabril el almacén de residuos radiactivos de baja y media actividad, con unos resultados operativos excelentes. En estos momentos asistimos a los inicios de la construcción de un almacén temporal centralizado para elementos combustibles que ya han sido utilizados en las centrales. La SNE considera que esta es una buena iniciativa porque favorece una gestión conjunta de futuro de estos elementos, porque elimina la dependencia de costes que debemos sufragar a otros países, porque permite almacenar unos elementos que disponen del 90 % de su energía para otras centrales de futuro diseño, porque brinda la oportunidad de investigación y desarrollo asociados a esta tecnología y porque el propio almacén es un motor económico y de empleo para la zona donde se encuentra ubicado.

En tercer lugar, la competitividad. La nueva ley de medidas fiscales para la sostenibilidad energética establece unos impuestos específicos considerables a la generación nuclear que están afectando de manera importante a su viabilidad. Como consecuencia de estas medidas, algunas centrales nucleares podrían estar abocadas al cierre, con un impacto muy significativo para el sector nuclear, en un momento en el que se plantean inversiones de consideración para la operación a largo plazo. La producción eléctrica de origen nuclear necesita un marco regulatorio estable y predecible para su continuidad.

Nuestras empresas son reconocidas internacionalmente en áreas como la fabricación de combustible nuclear, bienes de equipo, ingenierías especializadas, constructoras, empresas de servicio, de inspección y formación, universidades, centros de investigación e instalaciones que, entre todas ellas, dan empleo de calidad y a tiempo completo a unas 30.000 personas. En este momento, los estudios realizados concluyen que en el supuesto de iniciar un nuevo proyecto de una central nuclear en España, el 75 % sería de participación nacional.

Como presidente de la SNE considero fundamental que España mire lo que está ocurriendo en los demás países de nuestro entorno en los que la energía nuclear juega un papel relevante conformando un mix energético equilibrado y sostenible en el que, junto a las energías renovables, contribuye a la conservación del medio ambiente.

Como conclusión, la SNE considera que el sector nuclear español, a pesar de las dificultades a que se enfrenta, está preparado para el futuro gracias, por un lado, a la permanente inversión en unas centrales cada vez más seguras y fiables, orientadas a la operación a largo plazo e impulsadas por sus características de seguridad de suministro, respeto al medio ambiente y competitividad y, por otro lado, a una industria nuclear con profesionales con gran experiencia y un bien ganado prestigio internacional.