Guía para que no le tomen el pelo en Cataluña

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño A CONTRACORRIENTE

OPINIÓN

15 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo fácil era lo de antes, cuando uno sabía a quién tenía que votar. Si eras de derechas, votabas al PP y te ibas a echar la siesta. Si eras socialdemócrata, cogías la papeleta del PSOE y punto. Si eras lo que se llama un rojo, tu opción clara era el PCE, y luego IU. Si lo que te iba era el nacionalismo, pero defendías el orden y el capitalismo, estabas cómodo votando a CiU o al PNV. Y si, además de nacionalista, eras de izquierdas y estabas más bien por romper con España, optabas por ERC, BNG o la marca que tocara ese día en la izquierda aberzale vasca. Se pasaba por las urnas, se contaban los votos, y a otra cosa mariposa.

Ahora, sin embargo, todo es un condenado galimatías en el que, a poco que te descuides, acabas votando lo contrario de lo que defiendes. Ahí tenemos, sin ir más lejos, el caso de Cataluña, en donde nada es lo que parece y en donde, para decidir el voto sin que te tomen el pelo, hay que poner más atención que para seguir las manos de un trilero y adivinar en qué vaso está la bolita. Usted, por ejemplo, es un empresario o un tendero catalán al que le va la marcha nacionalista, pero sin abandonar nunca el seny, y es un liberal en lo económico. Antes, depositaba la papeleta de CiU en la urna y se iba tranquilamente a bailar la sardana. Ahora, usted cree que vota a los suyos con lo de Junts pel Sí, pero en realidad está votando a una lista encabezada por un hombre próximo al comunismo y en la que, antes que el candidato de CDC, figura un independentista radical de izquierdas, que hasta hace dos días les llamaba a usted, a Mas y al resto de CiU corruptos y explotadores.

Al revés, si usted es independentista y muy de izquierdas, antes votaba a ERC. Pero ahora, si apoya a Junts pel Sí, resulta que está usted votando a los genuinos representantes de la más rancia oligarquía económica catalana de CDC y sosteniendo con su voto a los corruptos del 3 % amamantados por el gran capital del ladrillo. Si lo suyo es la izquierda moderada y tiene claro que todos los españoles tienen los mismos derechos, ahí estaba antes el PSC. Pero ahora, ni poniendo los discursos a cámara lenta se entera usted de qué esta apoyando al votar a los socialistas catalanes, porque dicen una cosa y la contraria. Si usted es de derechas de toda la vida y defiende a ultranza la unidad de España, antes tenía ahí al PP. Pero ahora están estos de Ciudadanos, que son mucho más españolistas y antinacionalistas que los populares y defienden lo mismo en economía. Pero dicen que no son derechas. Un lío. Y, por último, si usted es muy de izquierdas y cree que los más ricos deben ser solidarios con los que menos tienen, pero reniega de IU, creía que votando a Podemos lo tenía resuelto. Pero ahora resulta que si vota a Podemos en Cataluña, está votando a ICV, la marca catalana de IU, y a una lista encabezada por un independentista que quiere que el dinero de los ricos catalanes se quede en Cataluña. En esas condiciones, van a ganar sí o sí los marxistas. Los de Groucho. «Estos son mis principios. Si no les gustan, tengo otros».