«Vis a vis» y boca a oreja

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

PLATA O PLOMO

01 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

De la comedia al drama. No todo van a ser series en serie del país de las barras y las estrellas. Aquí la ficción va a más y a mejor. Son más de cuatro millones los que despidieron en verano la primera temporada de la comedia Allí abajo. Ya sé que el guion explotaba el filón de Ocho apellidos vascos, pero los capítulos se dejaban ver muy bien. Y tenía momentos de risa sana, con un toque a landismo, pero también con un surrealismo a lo Berlanga. Y es que, después de El chiringuito de Pepe y el croquetón, nada como reírse con el vasco que se enamora como un tronco de la sevillana que se traga las palabras. Sobre todo si la sevillana es María León, que no se sabe quién está más enamorada de ella: si la cámara o el público. Pero no solo de risas vive la ficción española. Y estos meses hemos asistido a éxitos potentes también en los dramas. Ha funcionado el boca a oreja con Vis a vis por ejemplo. Los episodios sobre la cárcel de mujeres fueron ganando con el tiempo. La trama fue muy potente, violenta, casi al límite, pero enganchaba. Ya está bien de quejarnos de que aquí no sabemos cómo hacer las cosas. Igual que en Galicia lo bordamos y lo serramos con Serramoura, que pronto habrá más, las cadenas nacionales también tuvieron sus aciertos. Sus aplausos. Imponente Megan Montaner en el papel de la Mercedes Dantés española con desenlace mexicano en Sin identidad. En España, en Galicia, tenemos actores excelentes, técnicos excelentes, solo necesitan lo más importante para contar una historia y que enganche: palabras excelentes. Y los guionistas están yendo a más. Están crecidos. En la ola buena. Están acertando con la frase, frases como ases, para que la audiencia no decaiga. En este país también se puede reír y llorar viendo la televisión.