Desde el 26 de julio del 2013, dos días después del más grave accidente ferroviario acaecido nunca en Galicia, las Cortes españolas han aprobado 4 leyes referentes al ferrocarril, estando en la cocina la actualización de la ley fundamental, la del Sector Ferroviario, que se espera para este mismo verano.
El Gobierno del Estado ha aprobado 4 Reales Decretos Leyes y 6 Reales Decretos referentes a temas cruciales de estructura y funcionamiento de los ferrocarriles en España, y el propio Fomento ha aprobado 11 Órdenes Ministeriales relativas a la constitución de la red ferroviaria, a su explotación y a la formación del personal ferroviario sobre seguridad en la circulación. Puede asegurarse que son los dos años más productivos en lo que toca a regulación de la actividad del transporte ferroviario desde que se aprobó la ley del 2003.
Lo más relevante es que la mayor parte de las actualizaciones y de la nueva reglamentación se producen como consecuencia del accidente de Angrois y de la necesidad de incorporar al derecho español Directivas de la Unión Europea demoradas, y por la que se nos había abierto expediente en algún caso.
Los contenidos lo dicen todo: desarrollan o modifican los procesos y la Comisión de Investigación de Accidentes para hacerla «más independiente», crean la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, retrasada desde 2004, establecen mecanismos de asistencia a las víctimas de accidentes ferroviarios, regulan las condiciones para entrada en servicio de los subsistemas de carácter estructural, líneas y vehículos ferroviarios, y también tratan de la formación del personal ferroviario en materia de seguridad.
El colofón a que la normativa sobre ferrocarril en España estaba hecha unos zorros lo ha puesto el Gobierno el 17 de julio, aprobando un nuevo Reglamento de Circulación Ferroviaria, que refunde y actualiza los varios existentes y subsana múltiples lagunas y fallos detectados con motivo del accidente de Angrois y de otros anteriores.
Si para el fiscal del Caso Alvia, las imprudencias siempre acaban en el factor humano? la carencia, incoherencia y deficiencia de la normativa de circulación ¿es obra de extraterrestres?