Billonarios sin billones

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

11 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un veterano periodista de La Voz solía aconsejar a sus compañeros que cuando empleasen cifras en sus informaciones pensasen en la lógica de las magnitudes. No tuvo esa prudencia un colega que escribió hace unos días que la comunidad hispana de Estados Unidos es el grupo de consumidores de mayor crecimiento en los últimos años y que, junto con negros y orientales, gastó «3.400 billones de dólares» solo en el 2014. Si la población total del país, 316 millones de personas, gastase en un año 3.400 billones de dólares, resultaría que a cada ciudadano le corresponderían, como media, más de diez millones de dólares.

Evidentemente, algo falla ahí. Parece claro que el error está en la traducción errónea del billion del inglés estadounidense como billón. En español, un billón es un millón de millones. Esta voz procede del francés billion, formado por bi-, de bis 'dos', y -llion, terminación de million 'millón'. En Estados Unidos y otros países, billion se emplea con el significado de 'mil millones'. El portugués bilhão, por ejemplo, es mil millones en Brasil, pero un millón de millones en Portugal.

En donde el billion significa 'mil millones', el millón de millones se expresa con la voz trillion, que con frecuencia se traduce erróneamente al español como trillón, sustantivo que entre nosotros significa 'un millón de billones'.

Para designar los mil millones con una sola palabra (el billion norteamericano) surgió en francés milliard, que en italiano es miliardo y en español millardo. Este nombre ha tenido poco éxito entre los hispanohablantes.

El mismo día que leímos que hispanos, negros y asiáticos de Estados Unidos gastan al año 3.400 billones de dólares, se publicó la noticia de que «Un billonario saudí dona toda su fortuna para financiar proyectos humanitarios». Él mismo cifraba sus ahorros en 31.500 millones de euros. Desde luego, con esa fortuna es un billionaire, en inglés, pero ¿es un billonario?

El empleo más antiguo que encontramos de este adjetivo y sustantivo data de 1883: «... las cuerdas con que se toma la medida a las porciones billonarias del firmamento!» (Benito Pérez Galdós, El doctor Centeno). Ahí se usa, aplicado a una magnitud, con el sentido de 'que se aplica en billones'. Con el de '[persona] que posee un billón de unidades monetarias, o más, o que es muy rica' empezó a utilizarse en los años sesenta del siglo pasado. Con ambas acepciones lo incorporó la Academia al Diccionario en la edición del 2014. La segunda parte de la definición «que posee un billón de unidades monetarias, o más, o que es muy rico» permite aplicarle el adjetivo, sin temor al reproche, al saudí que solo tiene unos ahorrillos de 31.500 millones.