La agenda de Pablo Iglesias

Julio Á. Fariñas GUARIMBAS

OPINIÓN

03 jul 2015 . Actualizado a las 15:40 h.

Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, se negó a recibir a las esposas de dos dirigentes políticos de la oposición venezolana que se encuentran de gira por Europa recabando apoyos para la liberación de sus maridos y de otros 73 presos, alegando «problemas de agenda». Problemas que no han tenido ni la alcaldesa de Madrid, que llegó al cargo con el apoyo de Podemos, ni dirigentes o exdirigentes de otros partidos políticos de este país.

Lo de Iglesias con Venezuela tiene todos los visos de ser un síntoma de alguna de estas tres causas: raquitismo político, pánico a las reacciones del actual mandatario venezolano y traumas de juventud provenientes de una apasionada relación política con una novia fea pero rica, que es peligrosa cuando se siente despechada.

Que el dirigente de un partido con aspiraciones de Gobierno sea insensible a los problemas que padece un país tan próximo para muchos ciudadanos españoles solo se explicaría por algo que ha dicho Felipe González cuando trascendió su negativa a recibir a Mitzy Capriles y a Lilian Tintori: «El 99 % de los votantes de Podemos no tiene ni idea de lo que pasa en Venezuela».

Si Iglesias estuviese entre ese 99 % y su agenda se lo permite, no le vendría nada mal hacer una escapada a Venezuela y comprobar directamente lo que aquí se cuenta de lo que pasa allí. Podría aprovechar el viaje para repasar las lecciones impartidas en el pasado a un Maduro duro de mollera que, desde que anda con la cabeza a pájaros, ha logrando bajar su índice de aceptación social a poco más de un 20 % y en seis meses, si tiene a bien respetar las reglas del juego político, tiene una nueva cita con las urnas.