Advertencias

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

20 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La construcción de advertir es causa de numerosas dudas y de opiniones encontradas cuando el complemento es una oración subordinada introducida por que. Este verbo tiene cuatro acepciones: 1, Fijar en algo la atención, reparar, observar; 2, aconsejar, amonestar, enseñar, prevenir; 3, avisar con amenazas, y 4, llamar la atención de alguien sobre algo, hacer notar u observar.

Con el primer sentido se construye sin la preposición de (Nadie advirtió que el tiempo estaba cambiando). Con la segunda y la tercera de las acepciones mencionadas ('aconsejar, amonestar, enseñar, prevenir'; 'avisar con amenazas') también se construye sin la preposición: Le advirtió que si insistía iba a lamentarlo.

El caso de la cuarta acepción ('llamar la atención de alguien sobre algo...') es el más problemático. Se suele advertir a alguien de algo (Advirtió a los niños de que era muy tarde), aunque a veces se advierte algo a alguien (Les advierten que llega la tormenta). El problema es la ambigüedad en el segundo caso cuando no se explicita a quién se advierte. Rajoy advierte que una marcha atrás en las reformas sería catastrófica puede ser tanto un aviso a navegantes como interpretarse que el jefe del Gobierno cae en la cuenta de los malos efectos de aquel retroceso. Sin embargo, si construimos advertir con de, quedará claro que se trata de un aviso a los ciudadanos, aunque no se les nombre: Rajoy advierte de que una marcha atrás en las reformas sería catastrófica.

No piensa así Manuel Seco, que afirma que «si el complemento de advertir, lo que se advierte, es una proposición (oración subordinada) con que, el uso tradicional más frecuente es sin preposición» con cualquiera de sus acepciones. Añade que las «construcciones de advertir de que se han extendido notablemente en la prensa a partir de finales de los años ochenta por la afirmación [...] de que la presencia o ausencia de la preposición estaba tradicionalmente determinada en cada caso por el significado de advertir».

Fernando Lázaro Carreter difiere de Seco y escribe: «Son muchos los convencidos de que advertir de + que constituye siempre un caso de dequeísmo. Y no es así». Y como ejemplo pone un titular de periódico: «Veteranos del Golfo enfermos advierten de que la historia se repite en los Balcanes». En su conclusión dice que «No hay dequeísmo en el rótulo, sino algo que llaman los gramáticos un complemento regido».

En nuestra opinión, la preposición de indica que aquí se emplea advertir con el sentido de 'llamar la atención de alguien sobre algo'. Porque sin ella podría interpretarse que los veteranos están reparando en que la historia se repite en los Balcanes.